EFE, AFP
El temporal que ha afectado al este y sureste español, con un centenar de muertos y decenas de desaparecidos, responde a fenómenos habituales, pero que el cambio climático está intensificando, explicó ayer miércoles un experto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“Se espera que el cambio climático haga que estos fenómenos sean más intensos debido a que aumentan tanto las temperaturas del agua marina como la humedad de la atmósfera”, los elementos que al entrar en conflicto con aire frío generan una depresión aislada en niveles altos (dana), que es como se conoce a estos temporales en España, explicó a EFE el jefe de Monitorización Climática de la OMM, Omar Baddour.
Las fuertes y repentinas lluvias e inundaciones que produce una dana, insistió, son generadas por el contraste de aire cálido cerca de la superficie, la humedad excesiva del mar Mediterráneo aún cálido, y el aire frío en la atmósfera superior.
El otoño -la estación en la que está ahora Europa- es la época donde estos fenómenos potencialmente catastróficos son habituales, ya que la superficie aún mantiene temperaturas de la temporada cálida que conviven con invasiones repentinas de frío en altura desde las regiones polares.
“Ello genera lo que los meteorólogos denominan ‘sistema de corte’ con valores de baja presión que persisten durante varios días y rotan sobre la región en cuestión”, agregó Baddour, quien subrayó que las condiciones de lluvia extremas también se han observado recientemente en regiones vecinas como el sureste de Francia.
Crisis existencial
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, en la cumbre COP en Cali, Colombia, pidió este martes a la humanidad salir de la “crisis existencial” que la está llevando a destruir la naturaleza. “Cada minuto, vertemos un camión de basura de desechos plásticos en nuestros océanos, ríos y lagos. No se equivoquen. Así es como se ve una crisis existencial”, dijo Guterres ante cientos de delegados en la cumbre más concurrida de la historia.
Bajo el lema “Paz con la Naturaleza”, los 196 países del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) intentan desde el 21 de octubre ponerse de acuerdo sobre cómo cumplir los objetivos fijados en el acuerdo de Kunming-Montreal: poner el 30% del planeta bajo protección mínima, reducir a la mitad los riesgos de los pesticidas y la introducción de especies invasoras, movilizar 200.000 millones de dólares anuales para la naturaleza, etc.
El tiempo apremia. La cumbre finaliza el viernes y los negociadores siguen enfangados en las rivalidades entre países ricos y en desarrollo, principalmente por cuestiones financieras. Un anticipo del enfrentamiento que se espera en la conferencia sobre el clima COP29, que se celebrará en Bakú en noviembre.
“Apocalipsis”
En el mundo tan solo el 17,6% del territorio y el 8,4% de los océanos y costas se encuentran protegidas, señalaron varias organizaciones ambientalistas en el informe Protected Planet. “Para alcanzar las metas falta delimitar un área terrestre casi del tamaño de Brasil y una extensión marina más grande que el océano Índico de aquí a 2030”, enfatizaron los autores.
De su lado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) denunció que más de la tercera parte de las especies de árboles están en riesgo de extinción en el mundo, incluyendo variedades cruciales para obtener leña, combustibles, alimentos y medicina.
De las 166.061 especies vegetales y animales que evalúa la organización, unas 46.000 están en riesgo de extinción.
Los discursos en la cumbre de Cali mostraron las visiones encontradas de la crisis.
“Lo que estamos viviendo es peor que el apocalipsis”, advirtió el presidente colombiano Gustavo Petro en un discurso en la COP.
En las antípodas del mandatario colombiano, su par de Ecuador, Daniel Noboa, optó por un discurso “menos pesimista” y más centrado en la violencia narco en su país: “Tenemos que preservar a las personas”, apuntó.
Solidaridad de Uruguay y pedido de unidad de Lula
Uruguay expresó su profundo pesar ante la grave situación de emergencia climática que atraviesan la Comunidad de Valencia y otras regiones de España. “La República Oriental del Uruguay expresa su profundo pesar ante la grave situación de emergencia climática que atraviesan la Comunidad de Valencia y otras regiones de España, lo que afecta a numerosas personas y familias, cobrándose invaluables vidas”, detalla un comunicado la Cancillería.
La comunicación añade que “en este momento difícil, el Gobierno uruguayo extiende su solidaridad y apoyo al pueblo y al Gobierno de España. Uruguay espera una pronta recuperación de las comunidades afectadas, en particular en Valencia, donde las consecuencias son muy severas y reside un número muy importante de familias compatriotas, a quienes reiteramos nuestro compromiso de apoyo y acompañamiento”.
Cancillería informó que en coordinación con su red de consulados en España, sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos. “Al momento, no hay registro de uruguayos entre las víctimas”, apuntó.
Varios países de América Latina expresaron ayer su solidaridad con España y se pusieron a la orden para ayudar.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su “espanto” por la tragedia climática en España, y pidió “más unidad” internacional para enfrentar “los efectos devastadores de la crisis climática”.
Lula atribuyó el desastre en España a los “devastadores” efectos de la crisis climática, que también ha golpeado de forma severa este año “a Brasil y a otros países”. En mayo, un fenómeno similar arrasó el estado de Rio Grande do Sul, donde murieron unas 180 personas y muchas ciudades, incluida Porto Alegre, la capital regional, quedaron anegadas por el agua durante semanas.
“Cuenta atrás”: récord de amenazas a la salud
Las amenazas del cambio climático en la salud alcanzaron niveles récord durante el año 2023, reveló ayer miércoles el octavo informe anual “Cuenta atrás” sobre salud y clima publicado por The Lancet.
De acuerdo con el estudio, el año pasado fue el más caluroso registrado hasta la fecha, y las personas estuvieron expuestas, de media, 50 días más de temperaturas extremas, 1.512 horas de exposición al calor al realizar ejercicio ligero y un récord de 512.000 horas potenciales de trabajo perdidas a nivel global.
El informe, elaborado por 122 expertos de 57 instituciones de todo el mundo, también destacó el rápido aumento de las muertes relacionadas con el calor por el cambio climático, especialmente entre las personas mayores de 65 años, que se dispararon un 167% con respecto a los decesos ocurridos en los años 90.
En 2023, las sequías afectaron al 48% de la superficie terrestre -el segundo dato más alto registrado- y la alta frecuencia de olas de calor se asoció con 151 millones de personas más que experimentaron inseguridad alimentaria que entre los años 1981 y 2010; así como con el aumento del riesgo de inundaciones, enfermedades infecciosas o contaminación del agua.
La directora del estudio “Cuenta atrás” en la University College London, Marina Romanello, aseguró en un comunicado que los hallazgos del informe fueron “los más preocupantes” en ocho años de seguimiento, y advirtió que las emisiones récord registradas proyectan un “futuro saludable” más inalcanzable. Los autores señalan a los gobiernos y las empresas por sus inversiones en combustibles fósiles, que elevan las emisiones de gases de efecto invernadero y reducen la supervivencia de la población del planeta. (EFE)
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