AFP
Las temperaturas medias mundiales durante los tres meses del verano boreal (junio-julio-agosto) fueron las más elevadas desde que se tiene registro, anunció ayer el observatorio europeo Copernicus, para el que 2023 será probablemente el año más caluroso de la historia.
“El colapso climático ha comenzado”, lamentó por su parte el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
“Nuestro clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente, con fenómenos meteorológicos extremos que afectan a todos los rincones del planeta”, alertó en un comunicado, recordando que “los científicos llevan mucho tiempo advirtiendo de las consecuencias de nuestra dependencia de los combustibles fósiles”.
Canículas, sequías, inundaciones o incendios azotaron durante ese verano boreal Asia, Europa y América del Norte, en proporciones dramáticas y a veces inéditas, con pérdidas de vidas humanas y grandes daños en las economías y el medioambiente. El hemisferio sur, con récords de calor en pleno invierno austral, también se vio afectado.
“La estación de junio-julio-agosto 2023”, que corresponde al verano en el hemisferio norte, “fue de lejos la más cálida jamás registrada en el mundo, con una temperatura media mundial de 16,77 °C”, afirmó Copernicus.
Es 0,66 °C por encima de la media en el periodo 1991-2020, que ya registró una subida de las temperaturas medias del planeta debido al calentamiento climático causado por la actividad humana. Y superior -unas dos décimas- del anterior récord en 2019.
Este julio fue el mes más cálido jamás registrado, y ahora agosto se ha convertido en el segundo, precisó el observatorio. En los ocho primeros meses del año, la temperatura media del planeta está “solo 0,01 °C por detrás de 2016, el año más caluroso jamás registrado”.
Pero este récord pronto caerá, viendo las previsiones y el regreso en el océano Pacífico del fenómeno climático de El Niño, que conllevará más calentamiento.
La base de datos de Copernicus remonta a 1940, pero puede compararse al clima de los milenios anteriores, establecido gracias a los anillos de los árboles y a los núcleos de hielo, y sintetizado en el último informe de los expertos en cambio climático de la ONU (IPCC).
Pese a los tres años sucesivos de La Niña, fenómeno inverso a El Niño que contrarresta en parte el calentamiento, los años 2015-2022 ya han sido los más calurosos jamás registrados.