Gary Lineker, exfutbolista de la selección inglesa y una de las mayores figuras en la televisión del Reino Unido, dejará de presentar el programa Match of the day (El partido del día) de la BBC, que dirige desde 1999, hasta que alcance un acuerdo con la corporación pública sobre su uso de las redes sociales.

Lineker ha sido centro de la polémica en los últimos días por sus críticas en Twitter -donde tiene 9 millones de seguidores-, al plan del Gobierno británico de negar el asilo a los migrantes ilegales que lleguen por el Canal de la Mancha.

La BBC, donde Lineker, de 62 años, es el mejor pagado con más de un millón de euros al año por su papel como presentador, tiene una estricta política de imparcialidad en redes para sus periodistas.

Lineker -exjugador del Tottenham, del Leicester City, del Everton y el FC Barcelona, y máximo goleador con Inglaterra en México 86-, ya tuvo problemas en el pasado por sus críticas al Partido Conservador británico. En especial, se opuso al Brexit.

Ahora su salida del aire de la BBC es porque calificó en Twitter opinar en contra del proyecto de ley contra la inmigración ilegal presentado por la ministra del Interior, Suella Braverman.

Lineker opinó que el plan de la ministra recuerda a la Alemania nazi.

“No hay una gran afluencia. Aceptamos muchos menos refugiados que otros países europeos importantes”, escribió Lineker.

“Esta es solo una política inconmensurablemente cruel dirigida a las personas más vulnerables en un lenguaje que no es diferente al utilizado por Alemania en los años 30. ¿Y soy yo el que me he salido de tono?”, agregó el ex jugador.

Esto encendió de nuevo la ira de los diputados conservadores y de Downing Street, sede del Ejecutivo del primer ministro Sunak.

A pesar de tratarse de un colaborador en espacios deportivos, y no estar por tanto expuesto a las mismas normas editoriales que los periodistas de la redacción de informativos, los conservadores no han dejado de presionar a la BBC para que reclamara de Lineker la objetividad e imparcialidad política a la que está obligada la corporación, informó el diario El País de Madrid.

La primera reacción del director general de la BBC, Tim Davie, había llevado a la conclusión general de que el presentador estrella del canal público se llevaría una reprimenda personal, y punto.

“Nunca en mi vida había recibido tanto apoyo y cariño como el que estoy recibiendo (aparte de cuando marqué los goles para Inglaterra en el Mundial, posiblemente)”, había escrito el ex jugador en Twitter este miércoles, que daba por sentado que seguiría al frente de Match of the day hoy sábado: “Quiero darles las gracias a cada uno de ustedes. Significa mucho vuestro apoyo. Seguiré intentando hablar por aquellas pobres almas que no tienen voz. Gracias a todos”.

Si embargo, en un comunicado, la BBC dijo ayer viernes que los tuit de Lineker violan las pautas sobre redes sociales de la empresa y añadió que “no debería tomar partido en cuestiones partidistas o en controversias políticas”.

“La BBC ha mantenido extensas conversaciones con Gary y su equipo en los últimos días. Hemos dicho que consideramos que su reciente actividad en las redes sociales es una violación de nuestras pautas” de imparcialidad, afirmó un portavoz de la BBC.

“La BBC ha decidido que dejará de presentar Match of the day hasta que tengamos una posición clara y acordada sobre su uso de las redes sociales”, precisó.

El también exfutbolista y comentarista en Match of the day Ian Wright anunció que no participará en el programa de este sábado en solidaridad con su compañero.

La ministra Braverman, casada con un judío, tachó esta semana de “irresponsables” las declaraciones de Lineker, que también fueron censuradas por la ministra de Cultura, Lucy Frazer, quien subrayó que la BBC debe ser imparcial para “mantener la confianza de la audiencia” que la subvenciona.

Match of the day es el programa de fútbol más popular del Reino Unido y uno de más longevo del mundo, se emite desde el 22 de agosto de 1964.

La polémica desatada por las opiniones de Lineker ha ocupado en los medios británicos casi el mismo espacio que la propia ley de inmigración, y ha dividido a la opinión pública. Si los políticos y votantes conservadores expresaban su rechazo a los comentarios de Lineker, sus seguidores dejaron claro el apoyo en las redes sociales, y algunos de los tuits del presentador cosechaban hasta 250.000 “me gusta”.

En el ala dura del Partido Conservador, a Lineker lo encasillan en el champagne labour (laborismo de champán) como llaman a personalidades de “izquierda” con dinero.

Con información de EFE, AFP y El País de Madrid