El Mayo, la sorpresiva caída del capo de la droga que se logró esconder durante cuatro décadas

Ismael Mario Zambada, el líder narco más escurridizo, fue detenido el jueves en EE.UU. La fiscalía de ese país elevó la recompensa de 5 a 15 millones de dólares para quien proporcionara información.

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Prensa de México da cuenta de la caída de "El Mayo" Zambada
México: autoridades mexicanas informaron que no tuvieron participación en la detención de “El Mayo”.
Foto: AFP

EFE, AFP
El Mayo” Zambada -Ismael Mario Zambada (1948)-, arrestado el jueves en Estados Unidos, es uno de los fundadores y líderes del cártel de Sinaloa, una de las mayores organizaciones criminales narcotraficantes de México y del mundo. Zambada fue detenido de manera sorpresiva junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, en Texas.

El capo narco se declaró ayer viernes no culpable ante un juez en El Paso, Texas, de los delitos de narcotráfico y lavado de dinero que le imputa la Justicia estadounidense. En un documento, al que accedió EFE, la defensa de Zambada comunicó ayer a la Justicia estadounidense que se declaraba no culpable de los cargos que se le imputan.

Zambada era uno de los narcotraficantes más buscado por Estados Unidos, que llevaba varias décadas tratando de capturarle. De hecho, la fiscalía de ese país elevó la recompensa de 5 a 15 millones de dólares para quien proporcionara información que llevara a su detención.

Esta cifra supera los 10 millones de dólares que ofrecen por Nemesio Oseguera (el Mencho), líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, la otra gran organización criminal mexicana en guerra con Sinaloa. Muy celoso de su intimidad, no existen casi imágenes de él y siempre evitó su captura con una política muy cuidadosa de movimientos y una vida muy austera para no llamar la atención.

En una entrevista con el periodista mexicano Julio Scherer, a quien El Mayo invitó a sus dominios, dijo ser “un hijo del monte”, por eso había logrado librarse de la cárcel durante tanto tiempo: “El monte es mi casa, mi familia, mi protección”, indicó en la icónica entrevista.

Ismael "El Mayo"  Zambada Garcia y Joaquín Guzmán López.
Ismael "El Mayo" Zambada Garcia y Joaquín Guzmán López, arrestados ayer.
Foto: AFP

Verdadero jefe

Originario de El Álamo, se inició en el cartel de Guadalajara pasando después al de Juárez, que lideró y desde el cual creó una extensa red de contactos en Colombia que le auparon hasta lo más alto del mundo de la droga.

Tras la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, confundador del cartel, Zambada se convirtió en el líder más veterano de la organización criminal.

El capo no ha pasado un solo día en la cárcel hasta ahora. A diferencia de Zambada, Guzmán fue arrestado en tres ocasiones, protagonizando dos fugas en 2001 y 2015, y finalmente enviado a una prisión de alta seguridad en Estados Unidos, país que inundó de drogas desde muy joven. Zambada inició su carrera criminal trabajando para el cártel de Juárez en las décadas de 1980 y 1990, y en medio del declive de otras bandas formó su propia organización.

Según el centro de investigación Insight Crime, sobrevivió a un atentando en febrero de 2017 presuntamente ordenado por Dámaso López (“El Licenciado”), otro líder del cártel de Sinaloa quien posteriormente fue extraditado. El ataque también estaba dirigido contra dos de los hijos del Chapo.

Jesús “Rey” Zambada, hermano del Mayo, y el hijo de este, Vicente “Vicentillo” Zambada, supuesto heredero del imperio criminal, fueron testigos en el juicio del Chapo mientras estaban detenidos en Estados Unidos.

Durante el juicio, los abogados del Chapo aseguraron que el proceso era una “farsa” porque el verdadero líder del cártel era Zambada. El abogado Jeffrey Lichtman dijo que el Mayo pagó al expresidente mexicano Enrique Peña Nieto (2012-2018) un soborno de 100 millones de dólares.

Por su parte, Vicentillo manifestó que su padre tenía un presupuesto de hasta un millón de dólares al mes para sobornar a funcionarios mexicanos.

Vicente Zambada declara en el juicio contra el Chapo. Caricatura: Jane Rosenberg / Efe.

Pánico a la cárcel

En 2010, el capo concedió una breve entrevista a Scherer para la revista mexicana Proceso, que lo fotografió con una gorra y bigote espeso. En ese diálogo, se conocieron algunos datos de Zambada, como que mide cerca de 1,80 metros y comenzó a delinquir a los 16 años.

También, que en su carrera criminal sintió que el ejército mexicano había estado cerca de capturarlo en cuatro ocasiones, y que terminar encerrado le generaba “pánico”.

En la conversación, Zambada declaró igualmente que con su detención o muerte nada cambiaría en el panorama del narcotráfico en México, donde la violencia ha dejado unos 450.000 asesinatos y unos 100.000 desaparecidos desde que en 2006 se declaró una guerra abierta al narco con participación militar.

“Un día decido entregarme al gobierno para que me fusile. Mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos. Me fusilan y estalla la euforia. Pero al cabo de los días vamos sabiendo que nada cambió“, presagió.

Al igual que otras figuras importantes del narcotráfico en México, el Mayo también es protagonista de decenas de corridos prohibidos. Varias de esas canciones narran la naturaleza escurridiza del capo y el tiempo que llevaba en el crimen organizado.

“Pocos lograron la meta y yo sigo al pie de guerra y bien firmes en mi trabajo”, reza un corrido titulado “El Señor Zambada”. “Son treinta años en el reino, y la gente que tengo, por mí dan la vida”, señala otro llamado “Yo soy el Mayo”.

Joaquín Guzmán López, con quien fue aprehendido y por el que Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares, se implicó de lleno en el narcotráfico tras el asesinato de su hermano Édgar en 2008.

Desde entonces, él y su hermano Ovidio, extraditado en septiembre de 2023, comenzaron a comprar grandes cantidades de cocaína en Colombia y luego incursionaron en el tráfico de metanfetaminas, según el Departamento de Estado estadounidense.

BIDEN

“Una de las empresas más mortales del mundo”

Desde Washington, el presidente estadounidense, Joe Biden, celebró el éxito de la operación por significar un golpe a la cúpula del cartel de Sinaloa, que describió como “una de las empresas más mortales del mundo”.

“Demasiadas vidas de nuestros ciudadanos se han perdido ante el azote del fentanilo. Demasiadas familias se han roto y están sufriendo por esta droga destructiva. Mi administración continuará haciendo todo lo posible para que los narcotraficantes rindan cuentas y para salvar las vidas de los estadounidenses”, indicó Biden.

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