Agencia EFE
Dos de los emblemas turísticos de Francia, el museo del Louvre y el palacio de Versalles, y la concurrida estación de trenes parisina Gare de Lyon fueron ayer evacuadas y cerradas temporalmente debido a falsas amenazas terroristas.
El asesinato el viernes a cuchilladas del profesor Dominique Bernard dentro del liceo Gambetta de la ciudad de Arrás a manos del joven ruso-checheno Mohamed M. ha despertado los temores en un país de nuevo en máxima alerta terrorista y todavía convaleciente por los 272 muertos que ha contabilizado por ataques islamistas desde 2012.
El Louvre y el palacio de Versalles, que juntos suman unos 15 millones de turistas, tuvieron que cerrar sus puertas este sábado después de una multitudinaria evacuación que se realizó sin incidentes. A media tarde, fue el turno de la Gare de Lyon, una estación que comunica París con el sureste francés.
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, matizó que en todas esas amenazas de atentado “no había un peligro real”, pues ni se detectaron bombas ni había nadie en vías de perpetrar un ataque.
“Enviamos a los especialistas en detección de explosivos después de haber evacuado”, expuso Darmanin, quien dijo que, por precaución, ese el modus operandi cuando se reciben amenazas. “Detenemos de inmediato a las personas que hacen esas llamadas (de amenazas de ataques)”, agregó.
Darmanin quiso enviar un mensaje de tranquilidad, en una jornada en la que se disputan dos cuartos de final de la Copa del mundo de Rugby, en Marsella y Saint-Denis, que atraen a varias decenas de miles de espectadores.
“Vamos a reforzar todavía más esa presencia en partidos como el de esta noche en el Estadio de Francia (Saint-Denis)” donde se enfrentan Irlanda y Nueva Zelanda, adelantó el ministro, quien acudió a este encuentro. En su conferencia de prensa, Darmanin insinuó de nuevo que el ataque del pasado día 7 del grupo islamista palestino Hamás contra Israel ha podido inspirar el atentado de Arrás y aseguró que intentará que se cambie la ley para poder expulsar sin dilación a todos los extranjeros considerados “peligrosos” (como Mohamed M., fichado por islamista).
En una intensa jornada política, la primera ministra, Élisabeth Borne, participó en la entrega de premios escolares Samuel Paty, el profesor de secundaria que fue decapitado hace exactamente tres años por un joven islamista también de origen checheno.