AFP, EFE
Ucrania sigue avanzando en su ofensiva en territorio ruso y dice que ya controla más de 1.000 km2. En el marco del mayor ataque de un ejército contra suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que sus fuerzas habían tomado Sudzha, de 5.500 habitantes, la mayor localidad desde el inicio de la sorpresiva incursión, a 8 km de la frontera.
“Desde el inicio de las operaciones en la región de Kursk, nuestras tropas avanzaron 35 kilómetros hacia el interior” y tomaron “82 localidades” en un área de 1.150 km2, añadió, en una reunión con el jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski.
Este ataque a gran escala rompió una racha de varios meses de reveses de las tropas ucranianas, que hace dos años y medio lucha contra la invasión rusa.
Rusia admite que más de 120.000 personas han sido desplazadas por el avance de las tropas ucranianas y los combates.
Este lunes, el gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov, aseguró que unas 121.000 personas ya habían sido evacuadas de las zonas fronterizas con Ucrania y otras 60.000 serían trasladadas a sitios más seguros más adelante.
Tanto la región de Kursk como la de Bélgorod habían sufrido pequeñas incursiones desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Sin embargo, Ucrania nunca había lanzado un ataque de esta envergadura.
La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, anunció que el Gobierno y el Ejército están trabajando en la posible apertura de un corredor humanitario que permita a los civiles rusos ponerse a salvo trasladándose a la región fronteriza ucraniana de Sumi.
Las autoridades ucranianas también informaron de la captura simultánea de más de un centenar de soldados rusos, el mayor número en un día desde el inicio de la guerra, según fuentes ucranianas.
Venganza en Donbás
Las tropas ucranianas, sin embargo, aún registran dificultades en la región de Donbás, en el este del país, que Rusia busca conquistar. “La mayoría de los ataques rusos tienen lugar en el este del Donbás”, afirmó Zelenski.
Rusia anunció ayer la recuperación de su control sobre la aldea de Krupets de la región de Kursk, así como la conquista de una nueva localidad en el frente del Donbás, Ivanivka.
Desde julio, ya son más de 20 las localidades en la región de Donetsk conquistadas por Rusia, según los partes de guerra del Ministerio de Defensa del país.
La batalla por el Donbás se intensificó en las últimas semanas y cobró más fuerza tras el ataque de Ucrania en Kursk, a juzgar por los informes del Estado Mayor ucraniano.
La situación es especialmente tensa en el frente de Pokrovsk, cuya conquista es uno de los principales objetivos a corto plazo del mando ruso.
Según escribió ayer Politico, que mientras “los éxitos de la inesperada operación en Kursk elevaron la moral de Kiev, las tropas rusas están contraatacando y apoderándose de cada vez más territorio en la región ucraniana de Donetsk”.
El portavoz de una de las brigadas ucranianas desplegadas en el frente de Pokrovsk aseguró al medio que las fuerzas de Kiev reciben ahora “menos munición que antes” mientras el pulso de Rusia no amaina.
El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, el principal aliado del presidente ruso Vladimir Putin en la guerra en Ucrania, volvió a pedir ayer jueves un alto el fuego y el fin del conflicto.
“Sentémonos a la mesa de negociaciones y acabemos con esa pelea”, propuso Lukashenko, quien acusó a Occidente de obstaculizar la paz para que “los ucranianos y los rusos se maten entre ellos”.
Ucrania pide que le dejen usar misiles occidentales
Con sus fuerzas a la ofensiva en suelo ruso, Ucrania insta a sus aliados a que le permitan finalmente utilizar misiles occidentales de largo alcance para atacar objetivos militares a mayor profundidad en territorio ruso.
Aunque los drones ucranianos siguen atacando aeródromos rusos empleados por los cazas que lanzan cientos de bombas por semana sobre territorio de Ucrania, su potencia no les permite asestar un golpe decisivo a las capacidades militares rusas.