ESTE SÁBADO
Francisco se mantuvo sentado en primera fila ante los cerca de 6.000 fieles que llenaron la basílica de San Pedro después de las restricciones por la pandemia de los últimos dos años.
El papa Francisco no pudo oficiar la Vigilia Pascual, de nuevo, por el dolor en la rodilla derecha que no le permite estar mucho tiempo de pie y en su lugar el oficio del Sábado Santo en la basílica de San Pedro fue presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, que es el decano del colegio cardenalicio.
En la ceremonia de la Vigilia Pascual, uno de los ritos más largos y cargados de simbolismos de la tradición católica y en en que se celebra la espera de la resurrección de Jesús, Francisco sólo leerá la homilía y bautizará a siete adultos.
La gonalgia, el dolor en la rodilla derecha, que el pontífice arrastra ya desde hace meses, le impidió realizar los diferentes ritos de esta ceremonia después de los esfuerzos del Jueves y Viernes Santos, mientras que mañana sí que se espera que Francisco celebre la misa de Resurrección e imparta la bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro.
Francisco se mantuvo sentado en primera fila ante los cerca de 6.000 fieles que llenaron la basílica después de las restricciones por la pandemia de los últimos dos años.
La ceremonia comenzó con la bendición del fuego, se encendió el cirio pascual y se marcó la vela con la inscripción de la primera y la última letra del alfabeto griego -alfa y omega - que simbolizan que Dios es el principio y el fin.
Después se inició la procesión con la entrada de los concelebrantes en total silencio y a oscuras para representar la ausencia de luz tras la muerte de Jesucristo.