Redacción El País
El primer ministro de India, Narendra Modi, inaugurará hoy un templo que simboliza el triunfo de sus políticas nacionalistas hindúes y que supondrá el inicio no oficial de su campaña para ser reelegido este año.
El templo de 50 metros de altura, consagrado al dios Rama, se erigió en un emplazamiento donde durante siglos hubo una mezquita demolida en 1992 por fanáticos hindúes incitados por el partido de Modi. Ese incidente desencadenó los peores disturbios religiosos desde la independencia en 1947, que dejaron unos 2.000 muertos, la mayoría musulmanes, y sacudieron los cimientos del presunto secularismo del Estado.
Pero para el partido de Modi, el Bharatiya Janata Party (BJP), la inauguración del templo Ram Mandir en el municipio septentrional de Ayodhya culminará una campaña de décadas para alinear las políticas gubernamentales con la fe mayoritaria del país. “Soy afortunado de ser testigo de esta propicia ocasión”, dijo Modi la semana pasada al anunciar que iniciaba un ayuno ritual de once días antes de la inauguración.
Se espera la participación de miles de personas en la ceremonia de Ayodhya, personalidades públicas y magnates del país.
Desde su llegada al poder hace una década, Modi y el BJP intentan poner la fe hinduista en el centro de la vida pública. AFP