EFE, AFP
El palacio de Buckingham anunció ayer lunes que el rey británico, Carlos III, sufre de “una forma de cáncer”, diagnosticado durante su reciente operación de próstata. El monarca suspendió su agenda pública para comenzar el tratamiento contra la enfermedad, de la que todavía no se conocen más detalles. La noticia produjo un enorme impacto en el Reino Unido, que ve cómo un monarca que llegó al trono hace menos de un año y medio, tras la muerte de su madre Isabel II, debe afrontar ahora una grave enfermedad.
A las 18:00 hora local, el Palacio de Buckingham difundió el comunicado en el que informaba del estado médico del monarca y de cómo fue hallado el cáncer.
“Durante el reciente proceso hospitalario del rey por un agrandamiento de próstata benigno, se descubrió un asunto preocupante diferente. Las pruebas diagnósticas subsiguientes han identificado una forma de cáncer”, señala la nota.
Fuentes de la casa real británica explicaron que, pese a la naturaleza de aquella intervención el pasado 26 de enero, el cáncer no es de próstata.
Dentro de la incertidumbre, los comentaristas más versados en la terminología de Buckingham quieren ver atisbos de optimismo en el tono del comunicado. Así, destacan el agradecimiento del rey hacia el equipo médico por su “rápida intervención”, que fue posible gracias a la reciente intervención quirúrgica.
Y también se apunta que Carlos III se siente “totalmente positivo” hacia el tratamiento y que expresa su deseo de volver a la vida pública “lo antes posible”.
Tras su operación en la London Clinic, un elegante establecimiento del centro de la capital donde pasó tres noches, Carlos III regresó a su casa el 29 de enero. El palacio precisó entonces que no reanudaría inmediatamente sus compromisos “para permitir un período de recuperación”. El cáncer le fue descubierto durante la intervención.
El rey estuvo hospitalizado en el mismo establecimiento que su nuera, la princesa de Gales Catalina, de 42 años, que pasó allí 13 días en enero para someterse a una operación abdominal, cuyos detalles no se han hecho públicos. Ella también salió de la clínica el 29 de enero para una larga convalecencia en su casa de Windsor, que durará al menos hasta el 31 de marzo.
Salud robusta
El monarca, de 75 años, comenzó ayer mismo un “calendario de tratamientos regulares”, que lo obligará a suspender sus compromisos de cara al público. Pese a ello, según pudo saber EFE, seguirá desarrollando actividades tan relevantes como su audiencia semanal con el primer ministro, Rishi Sunak, las reuniones con el Consejo Privado o la revisión de los documentos que requieren su firma. Precisamente Sunak se mostró convencido, en un mensaje a través de sus redes sociales, de que el soberano “volverá a estar al máximo en nada de tiempo”.
La casa real británica ha querido desde el primer momento difundir la noticia de la enfermedad, en contraste con su hermetismo en el reinado de Isabel II.
“Su Majestad ha elegido compartir su diagnóstico para evitar las especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a la comprensión ciudadana hacia todos aquellos en el mundo que están afectados por el cáncer”, dice el comunicado.
Carlos III ha gozado a lo largo de toda su vida de una salud robusta, sin apenas enfermedades o problemas relevantes.
En marzo de 2020, con 71 años, contrajo covid-19 antes de la llegada de las vacunas, pero solo sufrió síntomas leves. En febrero de 2022 volvió a contagiarse con la enfermedad, pero ya tras haber recibido tres dosis de la vacuna.
Al margen de eso, son famosas las diferentes lesiones que sufrió en su juventud practicando polo, uno de sus deportes favoritos. Mientras se someta a tratamiento, el resto de la familia asumirá más funciones oficiales, especialmente su esposa y principal apoyo, Camila.
Línea de sucesión
La popularísima princesa de Gales, Catalina, no ha sido vista desde Navidad. Su marido, el príncipe William, de 41 años, heredero de la corona, suspendió sus actividades tras la hospitalización de su esposa el 16 de enero. Acababa de anunciar el lunes que iba a retomar sus actividades cuando se hizo público el diagnóstico de cáncer del rey.
Por si fuera poco, Sara Ferguson, de 64 años, exesposa del príncipe Andrés, hermano de Carlos III, anunció el 21 de enero que padecía un melanoma maligno. Seis meses antes, ya había anunciado que le habían diagnosticado una forma temprana de cáncer de mama.
Estos sucesivos problemas de salud han reducido casi a la mitad el círculo de miembros activos de la familia real británica, y han dejado a la reina Camila, de 76 años, en primera línea.
La princesa Ana, hermana de Carlos III de 73 años, también está presente, al igual que el príncipe Eduardo, de 59 años, su hermano menor, y la esposa de este, Sofía. Pero sus actividades suelen recibir mucha menos cobertura en la prensa.
El círculo de miembros activos de la familia real británica se ha reducido en los últimos años con la marcha a Estados Unidos del príncipe Harry y su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, y la retirada del príncipe Andrés de la vida pública a raíz de un escándalo de abuso sexual a una menor hace años en Estados Unidos.
El príncipe Harry viajará a Inglaterra
El príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III y distanciado de la familia real, habló con su padre Carlos III después del diagnóstico y viajará en los próximos días desde su residencia en California (EE.UU.) para visitarlo, informó la BBC.
Meghan, duquesa de Sussex, permanecerá en Estados Unidos junto a los dos hijos de la pareja, Archie, de cuatro años, y Lilibet, de dos, según el Telegraph.
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