EFE / AFP
El tifón Koinu, localizado en el litoral suroeste de Taiwán, dejó al menos una persona fallecida, 190 heridas y más de 62.000 hogares y empresas sin electricidad, según el primer balance de las autoridades.
Koinu tocó tierra en el cabo Eluanbi, el más meridional de la isla, en la mañana de esta jornada y se fue debilitando a medida que se adentraba en el estrecho de Taiwán, según la Administración Meteorológica Central.
Las autoridades informaron de que una mujer de 84 años murió en su casa de la ciudad occidental de Taichung tras resultar herida por cristales rotos por el viento.
La mayoría de los heridos sufrió daños entre la tarde del miércoles y este jueves cuando circulaban en motocicleta y chocaron contra árboles que cayeron por el viento o por el impacto de ramas desprendidas, de acuerdo a fuentes policiales y sanitarias citadas por la agencia oficial CNA.
La peor parte del paso del tifón la sufrió el condado sureño de Pingtung, donde los fuertes vientos tiraron columnas con cableado eléctrico, señales de tránsito y arrancaron tejados metálicos.
La tormenta llegó a dejar sin suministro eléctrico a 174.459 hogares, si bien el servicio fue restableciéndose de a poco y en la mañana de este jueves el número de viviendas sin luz se había reducido a 62.381, de acuerdo con la compañía eléctrica Taiwan Power.
El paso de Koinu provocó asimismo retrasos y cancelaciones en el tráfico aéreo y marítimo que afectaron a 42 vuelos internacionales y 182 nacionales. También se vieron interrumpidos los servicios de ferry interinsulares y entre las dos orillas del Estrecho de Taiwán, con 136 servicios de 15 rutas suspendidos por el momento.
El tifón Koinu fue desplazándose hacia el suroeste en el correr del jueves. La mayor parte de la isla permanece en alerta por fuertes vientos y lluvias torrenciales que pueden prolongarse hasta el viernes. En tanto, en el litoral sur y oeste, las olas podrían alcanzar los siete metros de altura, según advirtió el organismo.
El Koinu golpea Taiwán apenas un mes después de que lo hiciera el tifón Haikui, que en setiembre tocó tierra en el sureste de la isla, donde dejó al menos 40 heridos y obligó a evacuar a miles de personas.
El tifón llegó a la isla tras su paso por el norte de Filipinas, donde los fuertes vientos y lluvias forzaron la evacuación de unas 200 personas, causaron daños en 26 viviendas y obligaron a suspender las clases en un centenar de localidades, según los datos del Consejo Nacional de Reducción y Gestión de Riesgos de Desastres.
El Servicio Meteorológico filipino mantiene el nivel 3 de alerta sobre un máximo de 5 en el norte de Batanes, en el extremo norte del archipiélago, debido a los vientos de entre 89 y 117 kilómetros por hora que esperan en las próximas horas, con riesgos de daños en algunos edificios y de derrumbe de árboles.
Ningún aeropuerto cerró por el temporal, pero al menos siete vuelos fueron suspendidos.