Agencia EFE, AFP
Afalta de que se complete el conteo de los votos en las elecciones legislativas de ayer en Portugal, hay un empate técnico entre el Partido Socialista (PS) y la Alianza Democratica (AD), separados por muy pocos votos y escaños.

Con el 98,75% del cómputo terminado, AD, liderada por Luís Montenegro, tiene el 28,71% de los sufragios y 71 escaños, mientras que el PS, encabezado por Pedro Nuno Santos, tendría 28,67% de los votos y 71 legisladores.

Como tercera fuerza y gran triunfador de la noche de ayer está el partido de ultraderecha Chega, con el 18,14% de los sufragios y 45 escaños, más que triplicando los 12 que consiguió en los comicios de 2022.

El primer ministro saliente de Portugal, el socialista António Costa, afirmó ayer que a falta de que se conozcan los resultados definitivos de las elecciones legislativas, la situación es de “prácticamente empate” en el país y que los resultados finales pueden tomar días en conocerse.

“Creo que en este momento los resultados casi definitivos son menos claros que las predicciones iniciales que vi en los últimos minutos, pero en términos de mandatos hay prácticamente un empate” entre el PS y AD, dijo Costa a la entrada del hotel donde su formación está siguiendo los resultados.

Costa agregó que “en términos de votos hay una proximidad muy grande” y que la única certeza que tiene es que probablemente no se conozca el resultado final de los comicios, a la espera de que se reciban los sufragios de los portugueses que han votado en el extranjero.

Estas elecciones anticipadas llegan poco más de dos años después de las anteriores debido a que la tercera legislatura del primer ministro, el socialista António Costa, se truncó a la mitad por su dimisión en noviembre pasado, tras el anuncio de la fiscalía de que lo investigaba por presunto tráfico de influencia, aunque el Ministerio Público apenas ha difundido información y no hay acusación formal contra él.

Existe expectativa sobre estos resultados, ya que, de confirmarse la victoria de la alianza encabezada por Luís Montenegro, la derecha habría marcado un giro en el país tras ocho años de gobierno socialista.

A tres meses de las elecciones europeas, estos comicios anticipados confirmarían, en ese caso, que la extrema derecha está en auge en todo el continente, como ya se vio en Italia y Países Bajos.

Portugal, donde fueron llamados a las urnas 10,8 millones de votantes, es uno de los pocos países en Europa liderados por la izquierda cuando en noviembre el primer ministro saliente, Antonio Costa, dimitió tras ser citado en la mencionada investigación.

El balance del actual gobierno socialista se ha visto empañado por la inflación, pese a la consolidación de las finanzas públicas, el crecimiento por encima de la media europea y el bajo nivel de desempleo. Portugal ha sufrido problemas en los servicios de salud y las escuelas, así como una gran crisis inmobiliaria, además de los escándalos de corrupción y el aumento de población migrante.

Los resultados aún inconclusos de ayer muestran que se requerirán alianzas. En la campaña, Montenegro descartó formar gobierno con el apoyo de la extrema derecha.

Por su parte, el partido de extrema derecha Chega (Basta) saldría reforzado del escrutinio, con casi el 19% de los votos, contra un 7,2% hace dos años. El resultado lo mantiene como tercera fuerza política y confirma las encuestas preelectorales para este partido antisistema.

Chega fue creado en 2019 por André Ventura, un profesor de Derecho de 41 años, antaño comentarista de fútbol y conocido por sus ataques xenófobos contra la minoría gitana. Es un “resultado absolutamente histórico”, celebró Ventura tras los sondeos a pie de urna.