Los paraguayos elegirán el próximo domingo al sucesor de su presidente Mario Abdo Benítez. El mandatario saliente se convirtió en presidente el 15 de agosto de 2018, después de una elección en la que superó por un 3% de los votos al hoy nuevamente candidato de la oposición, Efraín Alegre.
Abdo Benítez superó en las internas del Partido Colorado al actual aspirante del oficialismo, Santiago Peña, respaldado al igual que ahora por el expresidente Horacio Cartes (2013-2018).
Cinco años después se alista para dejar el gobierno tras una gestión signada por la pandemia del covid-19, cuyo manejo casi le cuesta el cargo a raíz de un fallido intento de juicio político que no prosperó en la Cámara de Diputados.
El mandato de Abdo Benítez también terminó salpicado por las acusaciones de corrupción que alcanzaron a su vicepresidente Hugo Velásquez y a Cartes.
Ambos han sido sancionados por Estados Unidos por su presunta participación en hechos de corrupción.
Abdo Benítez debió remover en medio de escándalos a varios de sus colaboradores, entre ellos el exministro del Interior Arnaldo Giuzzio, alcanzado por denuncias sobre sus supuestos contactos con un presunto narcotraficante detenido en Brasil.
Consultada sobre el legado de Abdo Benítez, la analista Mabel Villalba dijo a EFE que el manejo de la pandemia se ha visto empañado por denuncias de “hechos de corrupción escandalosos que están quedando en la impunidad”. También dijo que en estos cinco años “se ha endeudado al país, mucho más que en períodos anteriores”.
Según el Banco Central del Paraguay (BCP) la deuda pública externa se situó en diciembre pasado en 12.880 millones de dólares, en comparación con los 6.403 millones de dólares registrados en el mismo mes de 2018.
“Ha sido un presidente que se ha sostenido a duras penas y dependiendo de la otra facción, que es el cartismo. No ha sido un mandatario que haya marcado una diferencia positiva, llamativa, ni en el campo social ni en un cambio económico”, sentenció Villalba.
Una lectura muy diferente es la que hace el economista y exministro de Hacienda César Barreto, quien considera que “los efectos de la pandemia se enfrentaron bastante bien, por lo menos mejor que en muchos países”, al igual que la prolongada sequía, que asoló el Cono Sur entre 2019 y 2022.
“La economía siguió funcionando normalmente o relativamente bien; creo que eso es algo rescatable”, apunta el también columnista, para quien el país salió “de esto con políticas macroeconómicas relativamente ordenadas”.
Barreto considera difícil evaluar la gestión de Abdo Benítez “sin tomar en consideración los diversos choques” que afrontó en estos cinco años. No obstante, echa en falta algunos cambios y advierte incluso de los retrocesos en materias como las jubilaciones.
El Ejecutivo destaca que Paraguay es el país con el mayor crecimiento económico proyectado de la región, del 4,3%. Asimismo, recalca que tiene una de las tasas más bajas de desempleo, del 5,7%, frente al 7,9% de Brasil y Uruguay.
Con información de EFE