Elecciones en Estados Unidos: Donald Trump tiene chance de ganar

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El presidente Trump realizó dos actos de campaña en Florida. Foto: AFP.

CAMPAÑA 

El presidente está rezagado en estados decisivos, pero analistas lo ven con posibilidad, si bien difícil, de dar vuelta la elección.

La victoria del presidente Donald Trump en las elecciones de 2016 es recordada por desafiar a las encuestas y sorprender al Partido Demócrata. Pero, por varios motivos no fue una sorpresa.

Trump se impuso con un contundente mensaje sobre el empleo, el control de la inmigración, China y el comercio. Enfocó su campaña en los trabajadores desfavorecidos desde el punto de vista económico. Asimismo, trabajó para ganarse a los votantes blancos que, en gran medida, los demócratas daban por descontado que los apoyarían.

Esta vez, los obstáculos que debe superar Trump son mucho mayores. Es el presidente en medio de la pandemia del COVID-19 y esta realidad que nadie pudo prever ha deteriorado la imagen de Trump como líder por la manera como abordó la crisis de salud y el deterioro de la economía. Además, se enfrenta a un rival muy diferente a Hillary Clinton como es Joe Biden que además tiene el aporte de la candidata a vicepresidenta, la senadora Kamala Harris.

Cuando faltan nueve días para las elecciones del martes 3 de noviembre, muchos analistas creen que Trump aún tiene algunas posibilidades, si bien reducidas, de resultar victorioso si utiliza sus tácticas más eficaces de 2016 y hace cambios fundamentales en su estilo de campaña para convencer a más ciudadanos, más allá de su base política.

Trump lanzó la ofensiva final en un intento por dar vuelta las elecciones con una recorrida intensa por estados que son clave para conquistar la mayoría en el Colegio Electoral y lograr cuatro años más en la Casa Blanca.

El camino más evidente para Trump es asegurar uno de los tres estados que les arrebató a los demócratas en 2016 -Pennsylvania, Michigan o Wisconsin - así como el resto del mapa electoral que ganó, incluyendo Arizona y Florida, donde ahora Biden presenta competencia. Hasta el momento, 55 millones de estadounidenses ya emitieron el voto por anticipado a raíz de la prevención que toman ante la pandemia que ya causó 223.998 muertos y 8.494.044 infectados. Las encuestas de intención de voto indican que Trump aborda una tarea abrumadora, pero no imposible, sobre todo si vuelve a tener el apoyo de los trabajadores, entre ellos, los de las zonas rurales donde se impuso en 2016, y mantiene en niveles bajos el respaldo de los electores blancos hacia Biden.

El expresidente estadounidense Barack Obama. Foto: AFP.
El expresidente estadounidense Barack Obama. Foto: AFP.

Sin embargo, las entrevistas con 21 estrategas republicanos y demócratas, que han trabajado en campañas durante los últimos 30 años, indican que Trump necesitará algunos eventos de último momento en la contienda. Eso podría incluir un tropezón de Biden en la campaña, sentencias judiciales o tácticas republicanas que impidan los votos de los demócratas y un proselitismo republicano que genere electores que quizás no hayan contado las encuestadoras.

Además, según los estrategas, Trump tendrá que integrar a la campaña una disciplina que no ha tenido hasta ahora. Eso significa dar una idea contundente y ordenada de que está mejor capacitado que Biden para reconstruir la economía, mientras intenta resaltar el contraste con su oponente a quien ha presentado como demasiado izquierdista, desde el punto de vista ideológico, como para gobernar el país.

Exitoso.

Los republicanos han tenido éxito en registrar nuevos electores en estados como Florida y Pennsylvania. Eso podría ser importante para aprovechar una parte crucial de la estrategia del presidente en 2016: convencer a estadounidenses blancos de la clase trabajadora que no han votado antes.

“Quedan pocos días para cambiar la trayectoria de la contienda”, afirmó Sara Fagen, quien fue directora política de la Casa Blanca durante el mandato del presidente George W. Bush. “En este momento, la mejor oportunidad de Trump sería aumentar de manera drástica la votación entre los electores blancos no universitarios en el Medio Oeste industrial”.

Incluso los demócratas más optimistas señalan que esto es motivo de preocupación.

“Esta vez, los republicanos se han enfocado, sobre todo, en aumentar el electorado”, afirmó Donna Brazile, quien coordinó la campaña presidencial de Al Gore en el año 2000. “En la práctica, los republicanos tienen una mejor operatividad que cualquier cosa que hayamos visto desde 2004”.

Y no solo se trata de los electores de la clase trabajadora. Las encuestas señalan que, en algunos estados, a Trump le está yendo tan bien o un poco mejor con los electores negros y latinos que en 2016 contra Clinton.

Biden presenta competencia en varios estados que Trump ganó en 2016: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin, Pennsylvania y Michigan. Algunos sondeos también indican que Biden lleva la delantera en Florida, el cual desde hace mucho tiempo ha sido el territorio que han estado a punto de ganar los candidatos demócratas a la presidencia.

No obstante, cualquier camino hacia la reelección de Trump pasa por Pennsylvania, Michigan y Wisconsin. Es poco probable que gane sin al menos uno de esos tres estados descontentos de 2016 (y lo ideal es que sean dos), y cada día cambia cuál es el que le ofrece la mejor oportunidad.

Nueva York comienza la votación anticipada. Foto: AFP.
Nueva York comienza la votación anticipada. Foto: AFP.

Algunos analistas han señalado que invierte grandes recursos en Wisconsin, donde el martes se inició la votación presencial. “Es todo un reto para él”, señaló Katherine Cramer, politóloga de la Universidad de Wisconsin-Madison. “Parece que Biden, en verdad, se está manteniendo firme aquí”. Pero, de allí Trump puede pasar a reunir los votos en el Colegio Electoral que necesita para llegar a la mayoría de 270 para ser presidente, conservando Arizona, Carolina del Norte y posiblemente quitando New Hampshire a los demócratas. Más que cualquier otra cosa, Trump no puede perder Florida, donde hasta ahora Biden lo supera por 1,5 puntos. No es imposible para el presidente volver a conquistar ese estado decisivo.

Los expertos en ciencias políticas señalan que Trump podría limitar el continuo daño político causado por su manejo de la pandemia si evita hacer comentarios optimistas sobre el coronavirus y deja de decir que esta enfermedad no es una gran amenaza. “Debe tomar en serio el coronavirus”, afirmó Stephanie Cutter, consultora demócrata y con gran expefriencia en campañas presidenciales. “Debe comenzar a presidir reuniones sobre el COVID-19. Realizar presentaciones conjuntas con Anthony Fauci -el principal infectólogo de Estados Unidos con el que tiene una tensa relación- y mostrar empatía ante la pérdida de vidas. Debe dejar de hablar de sí mismo”.

Charlie Black, con amplia experiencia en elecciones presidenciales, sostiene que “Trump solo debe hablar de dos temas: la recuperación de la economía y el plan de los demócratas para integrar la Suprema Corte”.

Obama sale duro contra Trump por la pandemia

Sin duda, Barack Obama es una figura política que goza de alta popularidad. Por eso, la semana pasada participó de un acto de la campaña, en el que criticó la gestión de Trump ante el COVID-19.

Obama estuvo ayer sábado en otro acto de la campaña, en Florida, junto a Biden y la senadora Kamala Harris, en el que puso énfasis en la “incapacidad del presidente para abordar la pandemia”. Sostuvo que Trump toma las decisiones equivocadas y ni siquiera sabe cuidarse a sí mismo.

Ya votaron 55 millones y esperan nivel récord

Unos 55 millones de estadounidenses ya sufragaron, lo que representa el 23% de todos los votantes habilitados. Estados Unidos no tiene un sistema de voto obligatorio.

Michael McDonald de la Universidad de Florida y otros expertos predicen que la elección podría alcanzar niveles récord de participación en la era moderna, superando la tasa del 60% de las elecciones presidenciales recientes.

Los cálculos de US Elections Project, indican que hay cerca de 240 millones de personas habilitadas para votar.

El presidente Donald Trump, votó por adelantado ayer sábado en una biblioteca de West Palm Beach, Florida, cerca de su mansión de Mar-a-Lago, y aprovechó para azuzar un temor infundado al voto por correo. “Este es un voto muy seguro. Mucho más que cuando lo haces por correo. Eso se los puedo decir. Todo fue perfecto, muy estricto, conforme a las normas. Cuando lo haces por correo, no puede ser tan seguro”, comentó a los periodistas. Tras emitir su voto, el presidente subió al Air Force One para continuar con su agenda de campaña que ayer lo llevó a tres Estados que serán clave si quiere ganar el 3 de noviembre: Carolina del Norte, Ohio y Wisconsin. Hoy domingo, estará en New Hampshire.

El portal RealClearPolitics, que elabora promedios de encuestas, otorga al candidato demócrata Joe Biden una ventaja de 8,1 puntos sobre Trump, pero esa diferencia se reduce a 3,8 puntos en los estados bisagra, donde ambos políticos concentrarán estos días sus esfuerzos de campaña. (Con información de AFP y EFE)

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