ELECCIONES
Alta participación y desconfianza en los resultados fueron la tónica de la jornada electoral de ayer
Los hondureños votaron ayer domingo en medio de temores de violencia y llamados a la calma de los candidatos, en unos comicios para suceder al derechista Juan Orlando Hernández, quien culmina su mandato señalado por narcotráfico en Estados Unidos.
Los temores de fraude, algo que la oposición ya denunció en los anteriores comicios de 2017, y la muerte de al menos 31 personas vinculadas a las elecciones durante esta campaña avivaron las tensiones.
Más de cinco millones de ciudadanos de los 9,5 millones de habitantes que tiene Honduras estuvieron habilitados para votar por el presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldías municipales, 128 diputados al Parlamento local y 20 al Centroamericano.
Según el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Kelvin Aguirre, la concurrencia fue “masiva”. Estaba estimada en el orden del 61%.
En las elecciones generales participaron 14 partidos políticos y doce candidatos presidenciales. Los favoritos en la contienda fueron Xiomara Castro (del Partido Libre, esposa del expresidente Manuel Zelaya, quien tuvo que salir del país tras el golpe de estado de 2009) y el actual alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura (del Partido Nacional, quien ha intentado mostrar distancia del actual presidente, Hernández).
El nuevo presidente deberá enfrentar problemas como el desempleo, la pobreza, la violencia y la migración que tienen a este país sumido en la desolación.
Impacto
Una de las miradas estuvo puesta en Xiomara Castro, dado que el Partido Nacional gobierna desde hace once años en el país y la victoria de la esposa de Zelaya significaría el regreso de la izquierda al poder.
Una de sus propuestas fue despenalizar el aborto, reducir las comisiones que cobran los bancos a los receptores de remesas y la derogación de una serie de leyes vinculadas a las “Zonas de Empleo”, a las que considera “refugio para corruptos y narcos”.
Asfura del Partido Nacional, por su parte, ha apostado por los valores tradicionales de familia como base del Estado, “sin ideologías extrañas de otros países”, afirmó. Asfura fue acusado en 2020 de malversar fondos públicos, nombrado en los Papeles de Pandora y vinculado al tráfico de influencias en Costa Rica.
La jornada
Las urnas se cerraron a las 17H00 locales (las 20:00 de Uruguay), salvo en algunas mesas que prorrogaron por una hora más para atender a quienes estaban en fila.
Antes de sufragar, el oficialista Asfura, de 63 años, conocido como “Papi a la Orden”, se comprometió a respetar los resultados. “Debemos, como caballeros, y como hombres, aceptar las cosas, pero hasta que se cuente el último voto”, sostuvo. “La paz y la tranquilidad no tiene precio y óiganme bien: ni una gota de sangre tiene precio”, declaró.
Tras emitir su voto, el presidente Hernández mostró su apoyo a Asfura, pidió calma y recomendó a quien lo suceda que mantenga “la macroeconomía sólida” y no descuide la seguridad.
Otros candidatos también hicieron llamados a la calma, así como el sector privado de Honduras que les pidió a los partidos políticos tener “paciencia”, no proclamarse ganadores y esperar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) comience el conteo de los votos.
“Hacemos un llamado a todos los partidos políticos a ser pacientes, a no declararse ganadores en forma anticipada y a esperar a que el CNE realice el conteo de votos”, indicó el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
Activistas de los partidos Libre y Nacional daban como ganadores a sus candidatos presidenciales horas antes de que finalizarán las votaciones. Mientras, la empresa privada le solicitaba al órgano electoral que los resultados preliminares de los comicios fueran divulgados por los tres consejeros del CNE como “muestra de la transparencia y fiscalización compartida” durante las elecciones.
“Los empresarios vamos a contribuir a solventar el mayor desafío que tenemos los hondureños: el desempleo”, señaló el gremio.
Asimismo felicitaron al pueblo hondureño por ejercer su derecho al voto de “forma pacífica y civilizada”, y a los observadores internacionales.
Historias de revuelta
En 2017, Hernández fue reelecto pese a denuncias de fraude de la oposición. Protestas reprimidas por el gobierno dejaron una treintena de fallecidos en aquel momento.
Honduras es un país golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes en 2020, donde el 59% de sus 10 millones de habitantes vive en la pobreza. El desempleo pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, en gran parte debido a la pandemia del coronavirus.
La deuda pública de Honduras asciende a más de US$15.000 millones, lo que representa el 57% del PIB. De ese total, cerca de US$ 8.200 corresponden a deuda externa.
Castro propuso “readecuar” la deuda externa, mientas que Asfura mantiene una posición de mayor colaboración en el Fondo Monetario Internacional, con el que Honduras tiene una línea de crédito.
Washington
El gobierno de Estados Unidos está sumamente atento a lo que suceda en Honduras en estos días, ya que no quiere que una nueva crisis aliente aún más las olas migratorias que van de Centroamérica a Estados Unidos, afirman analistas locales de Honduras.
La relación de Honduras con Estados Unidos se perfila muy diferente, según quién resulte ganador en la contienda. El país del norte es el mayor socio comercial de Honduras.