AFP
El presidente francés, Emmanuel Macron, no dimitirá “sea cual sea el resultado” de las elecciones legislativas que adelantó en Francia tras la victoria en los comicios europeos de la extrema derecha, cuyo auge amenaza ahora con hacer implosionar a la derecha tradicional.
“Las instituciones son claras y el lugar del presidente también, sea cual sea el resultado”, indicó Macron a una pregunta sobre una eventual dimisión, en una entrevista publicada este martes por Figaro Magazine.
Pese al inesperado adelanto de los comicios previstos para 2027, Macron puede continuar como presidente hasta esa fecha, pero corre el riesgo de compartir el poder con un gobierno de otro color político.
A cinco días de que termine el plazo para presentar candidaturas, el tradicional partido de derecha Los Republicanos (LR) se sumió en una profunda crisis por la propuesta de su presidente, Éric Ciotti, de alcanzar un pacto con la ultraderechista Agrupación Nacional (RN).
“Necesitamos una alianza”, pero “sin dejar de ser nosotros mismos”, afirmó Ciotti en el canal TF1, asegurando que ambos partidos comparten “valores de derecha” y que esto permitiría a LR “conservar diputados” ante el declive que le vaticinan los sondeos.
RN, que arrasó en las elecciones europeas del domingo con 31,37% de votos en Francia, ya anunció que su candidato a primer ministro será precisamente su cabeza de lista en los comicios europeos, Jordan Bardella, de 28 años.
Y este aseguró, en una entrevista con la televisión pública France 2, que “habrá un acuerdo entre Agrupación Nacional y Los Republicanos” por el que la formación de extrema derecha apoyará a “varias decenas” de candidatos de la derecha moderada.
Esta alianza pondría fin al tradicional aislamiento de RN, partido heredero del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, conocido por sus declaraciones racistas y antisemitas.
Y supone un terremoto político en LR, partido otrora gobernante con los presidentes Charles De Gaulle, Georges Pompidou, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, muchos de cuyos miembros ya se habían marchado a las filas de Macron desde 2017.