AFP/EFE
Truong My Lan, ejecutiva de la inmobiliaria Van Thinh Phat, acusada de apropiarse de unos US$ 12.500 millones a través de depósitos bancarios en uno de los mayores casos de fraude en Vietnam, fue condenada este jueves 11 de abril a la pena de muerte, en medio de una campaña anticorrupción en el país comunista.
Los jueces del tribunal de Ho Chin Minh sentenciaron a la acusada, de 68 años, tras encontrarla culpable de sobornos, violar las regulaciones bancarias y apropiación indebida en este fraude cometido a través de una red criminal a lo largo de 10 años, según informó el medio VN Express.
La investigación indicó que Lan se valió de testaferros y empleados para hacerse con el 91% del Banco Comercial de Saigón (SCB) y luego desvió grandes sumas de dinero con unos 2.500 préstamos a empresas pantalla entre 2012 y 2022.
El del SCB, el mayor banco en activos del país, es uno de los mayores fraudes en el país y en Asia, ya que los US$ 12.500 millones desviados triplican la fortuna del vietnamita más rico, Pham Nhat Vuong. Sin embargo, los fiscales afirmaron que los daños totales causados por el esquema alcanzan los US$ 27.000 millones, equivalente al 6% del PIB de Vietnam en 2023.
"Las acciones de la acusada (...) erosionaron la confianza del pueblo en la dirigencia del Partido (Comunista) y el Estado", indicó el fallo del jurado, divulgado por la prensa estatal.
La Fiscalía sostiene que Lan, detenida en 2022, no ostentaba ningún cargo en el banco y solo poseía el 4% de las acciones, pero controlaba hasta el 91% de las acciones a través de personas de su confianza que seguían sus instrucciones.
La empresaria negó los cargos y culpó a sus subordinados de lo sucedido. En su declaración final ante la corte la semana pasada sugirió que ha pensado en el suicidio: "En mi desesperación he pensado en la muerte", expresó Lan, según la prensa estatal. "Estoy tan enfadada por haber sido tan estúpida como para involucrarme en este entorno empresarial tan feroz, el sector bancario, del que tengo poco conocimiento", agregó.
Este caso de fraude tiene a otros 85 imputados —incluidos ex jefes del banco central, ex funcionarios gubernamentales y ex ejecutivos del SBC— y se da en el marco de la intensificación de la campaña anticorrupción lanzada en los últimos años por las autoridades vietnamitas y que ha salpicado a altos cargos políticos y empresariales.