DERECHOS HUMANOS
"El gobierno chino ha hecho evidente que intenta seguir cometiendo crímenes atroces", dijo Sophie Richardson en entrevista con El País.
Sophie Richardson, directora de China en Human Rights Watch, ha estado a cargo de investigaciones sobre China desde 2006. Ha publicado artículos y libros sobre temas de derechos humanos y la reforma política en China y en el sureste asiático.
Ha brindado testimonio sobre esta materia en el Parlamento Canadiense, en el Parlamento Europeo y en el Senado y Cámara de Diputados de EE.UU. Habla mandarín, además de su inglés natal. En esta entrevista, desde Nueva York, arremete contra la posición de António Guterres, secretario general de la ONU.
-Human Rights Watch (HRW) apoyó el boicot a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing, ¿qué esperan como resultado de este tipo de acciones?
-Para clarificar nuestra posición, apoyamos un boicot diplomático, es decir que las altas autoridades o responsables no asistieran a las ceremonias de apertura. No nos oponemos al evento en su totalidad.
Este es un gesto de carácter simbólico para quitarle prestigio a un gobierno que está cometiendo crímenes de lesa humanidad. Esperamos que los gobiernos inviertan mayor energía y se enfoquen en las investigaciones sobre las atrocidades y crímenes contra la humanidad que comete ese país y en general.
-¿Usted piensa realmente que un boicot contribuye a detener crímenes de lesa humanidad?
-Esperemos que esta medida contribuya a crear una mayor presión para que se adelanten investigaciones y que se exija que los gobiernos asuman responsabilidades. Pienso que va a ser complicado para el gobierno chino escapar a enfrentar esa responsabilidad. Es muy difícil ser el anfitrión de unas olimpíadas exitosas mientras se están cometiendo crímenes atroces. La mayor parte de la cobertura va a destacar el tema de las violaciones de derechos humanos y eso generará presión.
-¿Existe algún precedente de posición similar que haya adoptado HRW en eventos deportivos?
-Sí, HRW hizo un primer informe en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, que se relacionó con las condiciones de las prisiones en Estados Unidos. En esa ocasión no apoyamos ningún boicot, sino que aprovechamos la celebración de un evento deportivo importante para destacar la situación de los Derechos Humanos (DD.HH), en el lugar donde se celebró dicho evento.
Otro caso se dio el año pasado cuando mis colegas realizaron un trabajo intenso durante la Olimpíadas de Tokio para que el gobierno de Japón adoptara mejores políticas de protección para la comunidad LGBTQ en ese país.
Usualmente, el anfitrión de un evento deportivo hace referencia a su apoyo a la diversidad, a la inclusión y a la defensa de los derechos humanos. Pero, en los hechos, en muchos casos no lo hacen, por eso puede ser muy efectivo llamar la atención durante esos eventos para mejorar y elevar el conocimiento público sobre esos temas.
-¿Notan que se generan cambios con esa estrategia, o esta queda en el plano de la denuncia pública?
-Vimos algún progreso en la posición y actitud del gobierno de Japón con respecto a las regulaciones internas en relación a la comunidad LBGTQ. También el Comité Olímpico Internacional mejoró el trabajo de garantizar la protección de los atletas LBGTQ.
-¿Cuáles son las expectativas de HRW específicamente con respecto a Beijing?
-El gobierno chino ha hecho evidente que intenta seguir cometiendo crímenes atroces. Pero la carga también está sobre las Naciones Unidas y su secretario general António Guterres, que estuvo allá para la ceremonia de apertura, y sobre los gobiernos que deberían impulsar investigaciones serias sobre estos hechos de violaciones de DD.HH.
El peso también recae sobre las compañías que trabajan con las Olimpíadas y sobre los comentaristas de los Juegos que deben explicar el contexto en el evento deportivo se está celebrando.
La pregunta que debemos hacernos es si las partes que supuestamente apoyan los DD.HH., van a hacer un seguimiento de sus obligaciones en ese sentido y en qué grado será efectiva.
-El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y de Ecuador, Guillermo Lasso, estuvieron presentes en la ceremonia de apertura de los Juegos. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Esos dos gobernantes están parados en un pódium con Xi Jimping, mientras crímenes contra la humanidad están ocurriendo por instrucciones del propio Xi Jimping.
Pienso que la gente de esos países latinoamericanos no está de acuerdo con que sus líderes apoyen este tipo de crímenes.
- La ONU, gran defensora de los DD.HH, envió a su secretario general a la ceremonia de apertura, ¿cómo se explicaría, según HRW?
-El secretario general de la ONU (António Guterres) no debería estar en Beijing, a menos que sea para condenar crímenes contra la humanidad.
Pero el secretario general ha sido muy débil en su posición sobre las violaciones de derechos humanos en China y prácticamente no ha formulado crítica alguna. Casi nunca ha hablado de las serias violaciones cometidas por los chinos, pero se siente cómodo hablando de violaciones cometidas en los EE.UU. en esta materia. No estamos en desacuerdo con eso, porque el gobierno de los EE.UU. comete violaciones de DD.HH., pero cuando se habla de uno y no de otro, ahí hay un problema.
La presencia de Guterres en esta ceremonia de apertura es un insulto chocante para toda la gente que ha sufrido las atrocidades del gobierno chino.
- Su señalamiento a Guterres es fuerte. ¿Por qué estaría actuando de esa manera, según usted?
-Quería ganar un segundo período en la secretaría general de la ONU, para lo cual necesitaba el apoyo de China.
-¿HRW han tenido conversaciones con la ONU sobre estas cuestiones?
-Sí, las tenemos frecuentemente, y los funcionarios de Naciones Unidas nos garantizan que tienen un compromiso firme con los derechos humanos, pero no necesariamente actúan de la forma en que deberían.
-¿Qué puede pasar luego de estos Juegos Olímpicos?
Lo que sabemos es que estos Juegos se celebran en un ambiente altamente represivo y controlado, el gobierno chino no quiere que se hable de violaciones de derechos humanos y el Comité Organizador chino ha amenazado a los atletas con castigos si hablan sobre esos temas. Lo que no sabemos es si estos abusos de escala masiva finalmente van a generar la respuesta internacional que esperamos ver.