EFE, AFP
El primer ministro británico, Rishi Sunak, reveló ayer martes sus prioridades legislativas para el próximo año, como nuevas licencias para la extracción de hidrocarburos del mar del Norte y penas más severas por delitos sexuales.
Como marca la tradición, fue Carlos III quien leyó el programa gubernamental en su solemne Discurso del Rey ante el Parlamento, con el que queda inaugurado el periodo de sesiones 2023-24, el último antes de las elecciones del próximo año.
Carlos, que cumplirá 75 años el próximo 14 de noviembre, había leído un Discurso del Rey como heredero en mayo de 2022, cuando lo pronunció en nombre de su madre, cuyo estado de salud era delicado.
Aunque algunos proyectos estaban anunciados y otros no llegarán a tramitarse, Sunak, que asumió el 25 de octubre de 2022 cuando cayó el gobierno de Liz Truss -quien habría reemplazado a Boris Johnson- quiso poner sobre la mesa medidas para ganarse al electorado.
En una de las iniciativas más destacadas, Carlos III anunció un nuevo sistema de concesión de licencias anuales para la producción de petróleo y gas en el mar del Norte, a pesar de que, según los expertos, esos yacimientos están en declive y no garantizarán la autosuficiencia del país.
El Ejecutivo, que anteriormente convocaba licitaciones de vez en cuando, pretende “fortalecer la seguridad energética del Reino Unido y reducir la dependencia de los volátiles mercados energéticos internacionales y los regímenes extranjeros hostiles”, dijo en su nombre el soberano, en su primer Discurso del Rey.
Sunak convirtió al seguridad pública en un campo de batalla electoral clave al proponer sentencias judiciales más estrictas y el fin de la liberación anticipada para algunos delincuentes sexuales violentos. Así, el rey anunció un endurecimiento de las sentencias para los delincuentes más peligrosos, como violadores y asesinos, y más competencias para la Policía y los servicios secretos para confrontar “delitos complejos” como los que se sirven de la tecnología.
Otro proyecto de ley gubernamental prohibirá la venta de tabaco progresivamente, de modo que se calcula que la generación que ahora tiene 14 años no llegarán a poder comprarlo, y se creará un regulador para el fútbol profesional.
En el discurso de 11 minutos ante la Cámara de los Lores, Carlos III señaló que “el impacto del covid y la guerra en Ucrania han creado importantes desafíos a largo plazo para el Reino Unido”, que el Gobierno conservador de Rishi Sunak quiere confrontar.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, favorito para ganar las próximas elecciones, declaró que “los conservadores no pueden arreglar el país porque ya han fracasado” durante 13 años en el poder.
La ceremonia de apertura del curso legislativo, llena de pompa como es tradición, fue recibida con protestas de manifestantes republicanos a las puertas de las Casas del Parlamento, en el centro de Londres.
“No es mi rey”, la protesta republicana
Cientos de manifestantes republicanos protestaron ayer martes a las puertas del Parlamento británico mientras Carlos III pronunciaba el Discurso del Rey. Los manifestantes, convocados por la organización Republic, enarbolaron sus pancartas amarillas cuando pasó por delante, procedente del Palacio de Buckingham, la procesión real, encabezada por los reyes Carlos y Camila en un carruaje.
El director de Republic, Graham Smith, manifestó que el Discurso del Rey “es una pantomima” que evidencia “lo estúpida que es nuestra Constitución”. Peter Tatchell, conocido activista a favor de los derechos de la comunidad LGTBIQ+, que se encontraba en la protesta, mantuvo que la ceremonia en la que el monarca lee los planes del Ejecutivo “es una contradicción absurda” e “incompatible con la democracia”. “La monarquía es un anacronismo, es un residuo del feudalismo y ya es hora de que tengamos un jefe de Estado electo”, sostuvo.