ARICA
El tamaño y lo extraño de su presencia no fue lo único que llamó la atención. Por redes sociales comenzó a circular una mitología japonesa sobre el pez remo.
Durante la mañana de este lunes, personas que transitaban por la caleta de Arica, Chile, se mostraron sorprendidas al ver una extraña especie marina que era exhibida por un grupo de pescadores. Se trataba de un pez remo de seis metros de largo, cuya presencia es poco común en las costas chilenas.
Según explica el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), el animal de características tan especiales pertenece al género Regalecus, una clase de peces óseos, actinopterigios pelágicos de gran tamaño: "Cuentan con bocas protuberantes y pequeñas, y una aleta dorsal rojiza voluminosa que se extiende desde la cabeza hasta el extremo de la región caudal, entre sus aspectos más distintivos", dijo Gonzalo Muñoz, investigador asociado al IFOP.
"No poseen escamas sino una piel viscosa de tonalidad plateada, las aletas pectorales apenas se distinguen y las pélvicas tienen formas de remos las que le otorgarían su nombre entre los pescadores", agregó.
Tiene una distribución por casi todos los océanos, excepto en las regiones polares. Suele habitar principalmente en la zona mesopelágica, es decir entre los 200 y 500 metros de profundidad, aunque pueden tener presencia entre los 20 y 1000 metros de profundidad.
Pero el tamaño del pez y lo extraño de su presencia no fue lo único que llamó la atención. Por redes sociales, junto con los videos, comenzó a circular una mitología japonesa sobre el pez remo, la cual lo asocia a fenómenos naturales.
Según consigna El Universal de México, "Namazu" era una enorme serpiente marina que vivía en las profundidades de la isla de Japón y causaba terremotos cuando salía de su guarida a la superficie. Esta serpiente marina era también denominada "pez remo", que en japonés se traduce como ryugu no tsukai, que significa "mensajero del palacio del dios del mar".
Esta criatura pertenecía a los yakoi, que también eran monstruos mitológicos. La tradición más antigua señala que antes de convertirse en una criatura que auguraba desgracias, era de menor tamaño, podía comunicarse con los humanos e incluso transformarse en uno si lo deseaba.
Este mito se difundió por todo el archipiélago después del tsunami de 2011 que golpeó la región de Tohoku, en la isla Honshu, en la costa del Pacífico.
Poco antes del terrible suceso ocurrió un avistamiento de una gran cantidad de peces remos llegando a las costas. A pesar del relato mitológico, los científicos no han podido comprobar la ocurrencia de fenómenos naturales a la presencia del pez remo.
Por ahora, investigadores del Instituto de Fomento Pesquero recopilaron muestras del animal para estudiar su aparición por las costas chilenas.