Se endurecen las protestas contra las medidas sanitarias por el COVID-19

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Manifestaciones en Bruselas. Foto de AFP.

EUROPA

Hubo manifestaciones en Bélgica, Países Bajos y Austria

Unas 35.000 personas manifestaron ayer domingo en Bruselas en contra de las restricciones adoptadas para frenar la pandemia, en particular la obligación de presentar el certificado de vacunación para acceder a lugares públicos, en una marcha en la que se han producido incidentes entre la policía y participantes en la protesta.

La manifestación, autorizada por el ayuntamiento de la capital belga, partió en torno a las 13.30 hora local de la estación del Norte y a media tarde recorre el centro de la ciudad bajo el lema “Juntos por la Libertad”.

La policía ha utilizado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a algunos manifestantes, que protestan contra las medidas adoptadas a raíz del repunte de casos de COVID-19 en el país. Según recogen los medios locales algunas personas han lanzado fuegos artificiales contra la policía, así como vandalizado algunos vehículos policiales, y habría algunos agentes heridos.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran a algunos participantes destrozando el mobiliario de algunas terrazas de bares que han encontrado a su paso y montando barricadas a las que han prendido fuego, aunque por el momento no ha trascendido si hay algún detenido por los incidentes.

Convocada la marcha en principio para protestar contra el uso del pase COVID, también hay manifestantes que critican la vacunación obligatoria para todo el personal sanitario acordada esta semana por el Gobierno o las vacunas en general, según indica la televisión pública RTBF.

Los organizadores han denunciado en un comunicado “las medidas restrictivas de libertad, que no constituyen una solución estructural para la sanidad”. La policía ha hecho un importante despliegue para prevenir altercados como los registrados las dos últimas noches en los vecinos Países Bajos, dónde varias decenas de personas han sido detenidas por participar en protestas contra las restricciones por COVID que degeneraron en violentos disturbios con varios heridos, incluidos dos por bala.

El repunte de casos de COVID-19 en Bélgica, dónde la incidencia acumulada subió un 19 % en la última semana analizada, hasta los 1.346 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, llevó al Gobierno a endurecer esta semana algunas restricciones, aunque no se han cerrado sectores económicos ni se ha confinado a ciertos colectivos, como en otros países europeos.

Las medidas pasan fundamentalmente por imponer el teletrabajo obligatorio cuatro días a la semana y ampliar el uso de la mascarilla en el interior de establecimientos y lugares culturales, como restaurantes o cines, aunque para acceder a ellos se haya solicitado el certificado COVID.

Bélgica ya exige desde octubre presentar este documento -que prueba que el portador está vacunado, ha pasado la enfermedad o dado negativo en un test reciente- para acceder a la restauración y eventos culturales. Además, el Gobierno ha introducido la obligación de vacunarse para todos los trabajadores sanitarios del país que, de lo contrario, a partir del 1 de enero verán suspendido su empleo hasta el 31 de marzo, fecha a partir de la cual su contrato será rescindido -con derecho al paro- o suspendido hasta que el trabajador se vacune si se opone al despido, en ese caso sin sueldo, según informaron las autoridades.

Otras protestas

Las protestas con las nuevas medidas sanitarias se repitieron en varios países el fin de semana.

Hubo decenas de miles de manifestantes en Países Bajos, disturbios y escenas de saqueo y vandalismo en las Antillas francesas, entre otras partes del mundo. En Países Bajos, la policía informó ayer domingo que detuvo a 19 personas tras una segunda noche de protestas violentas. En La Haya, policías antidisturbios cargaron contra grupos de manifestantes que les lanzaban piedras y otros objetos en un barrio popular, y utilizaron un cañón de agua para apagar un incendio de bicicletas en una intersección de calles, explicó en un comunicado de la policía. En total, efectuó “19 detenciones por proferir insultos, entre otras cosas”, añade el texto.

El viernes por la noche, la ciudad portuaria de Róterdam registró episodios de violencia en manifestaciones, en las que dos personas resultaron heridas y 51 detenidas.

Rige la vacunación obligatoria

En Austria, el gobierno anunció que confinará de nuevo a la población a partir de hoy lunes y que la vacunación anticovid se tornará obligatoria en febrero.

Estas medidas desataron el sábado una multitudinaria protesta en Viena. Con pancartas denunciando “la corona-dictadura” y eslóganes como “no a la división de la sociedad”, la multitud se reunió en la capital austriaca.

Asimismo, miles de manifestantes marcharon el sábado en la capital croata, Zagreb. Por otra parte, en Francia la quinta oleada de COVID-19 es “fulgurante”, alertó ayer domingo Gabriel Attal, portavoz gubernamental.

Del otro lado del mundo, en Australia, unas 10.000 personas manifestaron el sábado en Sídney en rechazo a la vacunación contra el COVID-19. En ese país, la vacunación obligatoria solo se exige en algunos estados y territorios para determinados grupos profesionales. Cerca del 85% de la población australiana mayor de 16 años está totalmente vacunada.

En Melbourne también protestaron miles de personas y cerca de 2.000 acudieron a una contramanifestación, una de las primeras de este tipo desde que comenzó la pandemia.

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