AFP, EFE
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, acusó ayer viernes a Dinamarca de no haber hecho lo suficiente para proteger Groenlandia, un estratégico territorio danés rico en recursos al que el presidente Donald Trump pretende anexar.
La visita de JD Vance a la base estadounidense de Pituffik, en la costa noroeste de Groenlandia, en compañía de su esposa Usha Vance, del consejero de Seguridad Nacional Mike Waltz y del ministro de Energía Chris Wright, fue considerada como una provocación en la isla ártica y en Dinamarca.
“Dinamarca no ha hecho un buen trabajo para garantizar la seguridad de Groenlandia”, dijo JD Vance a las tropas estadounidenses en la base militar estadounidense. “No han invertido lo suficiente en la población de Groenlandia y en la seguridad de esta increíble y hermosa masa continental de gente increíble. Esto tiene que cambiar”, agregó.
Tras su crítica a Dinamarca, el vicepresidente apuntó no obstante que no cree que “la fuerza militar” vaya a ser “necesaria” para alcanzar sus objetivos con este territorio.

“Pensamos que los habitantes de Groenlandia son racionales y (...) que vamos a llegar a un acuerdo al estilo de Donald Trump para garantizar la seguridad de ese territorio y también la de Estados Unidos”, señaló.
“Nuestro mensaje es muy simple. Sí, la gente de Groenlandia va a tener autodeterminación. Pero esperamos que elijan a Estados Unidos como socio, porque somos la única nación en el planeta que respetará su soberanía y respetará su seguridad, porque su seguridad es también en gran medida la nuestra”, insistió Vance.
Vance aseguró que cuando Trump habla de que “tenemos que tener Groenlandia” se refiere a que es necesario tomarse más “en serio” la seguridad de la isla, debido sobre todo al creciente interés de China y Rusia en el Ártico.
“¿Cuál es la alternativa entonces? ¿Dejar el Ártico a China y a Rusia? No tenemos otra opción”, declaró.

Mientras, en la Casa Blanca, el presidente Trump insistió en su plan para controlar Groenlandia: “Es muy importante, por la seguridad internacional. Necesitamos Groenlandia. (...) No hablamos de paz para Estados Unidos, hablamos de paz mundial”.
Pero los gobiernos de Dinamarca y de la propia isla han expresado su rechazo a este plan de Trump.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, denunció “la presión inaceptable” de Estados Unidos por la visita sin invitación de la delegación estadounidense.
Estados Unidos “sabe que Groenlandia no está en venta. Sabe que Groenlandia no quiere formar parte de Estados Unidos. Se les ha comunicado sin ambigüedades, tanto directamente como en público”, reiteró el miércoles Mette Frederiksen.
“Venir de visita cuando no hay gobierno establecido no se considera una señal de respeto hacia un aliado”, declaró por su parte el nuevo primer ministro de Groenlandia, Jens Frederik Nielsen.
Coincidiendo con la visita, Nielsen, de centroderecha, anunció un acuerdo para formar un gobierno cuatripartito “para enfrentar la fuerte presión”.

La base de Pituffik es una parte esencial de la infraestructura de defensa antimisiles de Washington, ya que su ubicación en el Ártico la sitúa en la ruta más corta para los misiles disparados desde Rusia contra Estados Unidos.
Conocida como Thule Air Base hasta 2023, la base sirvió como puesto de alerta ante posibles ataques de la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, estimó que la idea de Trump de controlar Groenlandia era un proyecto “serio”, con “raíces históricas de larga data”, y manifestó su preocupación por si el Ártico se convertía en “un trampolín para posibles conflictos”. El jueves Putin adelantó sus planes para aumentar la presencia militar rusa en el Ártico, donde observa “de cerca” las acciones de países de la OTAN.