EFE, AFP
Aun sin responder al plan de alto el fuego propuesto por Estados Unidos y aceptado el martes por Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó ayer miércoles a su Ejército aplastar a las Fuerzas Armadas ucranianas que aún permanecen en la región rusa de Kursk, donde Rusia ha recuperado el 86% del territorio.
“Confío en que todas las misiones que tienen por delante nuestras unidades de combate se completen incondicionalmente y que el territorio de la región de Kursk quede completamente liberado del enemigo en un futuro próximo”, dijo Putin al visitar el puesto de mando de las tropas rusas en Kursk.
Por su parte, el jefe del ejército ucraniano insinuó ayer que algunas de sus tropas estaban replegándose en la región rusa de Kursk. “En la situación más difícil, mi prioridad ha sido y sigue siendo salvar las vidas de los soldados ucranianos. Con este fin, las unidades de las fuerzas de defensa, si es necesario, están maniobrando hacia posiciones más favorables”, dijo Oleksandre Sirski en un post de Facebook, en un lenguaje típicamente utilizado para describir una retirada.
En tanto, Steve Witkoff, el enviado de confianza del presidente estadounidense Donald Trump para los temas internacionales más delicados, viajará a Moscú “esta semana”, anunció la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. “Instamos a Rusia a que acepte el proyecto” de alto el fuego de 30 días negociado por los estadounidenses con los ucranianos, añadió.

La portavoz también dijo que el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Mike Walz, habló con su homólogo ruso ayer miércoles.
Witkoff, que también desempeña un papel clave en las negociaciones en Oriente Medio, ya se reunió con Putin en febrero, cuando negoció la liberación de un estadounidense detenido en Rusia, Marc Fogel.
El martes, Trump también dijo que hablaría directamente con Putin, probablemente esta semana. “Espero que se alcance un alto el fuego”, declaró ayer Trump a periodistas en el despacho oval de la Casa Blanca durante una reunión con el primer ministro irlandés, Micheal Martin.
“Si lo conseguimos, creo que estaríamos en el 80% del camino para poner fin a esta horrible masacre”, señaló Trump.
No especificó cuándo volverá a hablar con Putin, pero dijo: “Espero que logre un alto el fuego”. Ha habido “mensajes positivos” de Moscú, añadió. “Ahora depende de Rusia”, declaró Trump.
El republicano se mostró evasivo sobre presionar a Moscú para que acepte una tregua. Afirmó que podría imponerle sanciones “devastadoras” pero espera “que no sea necesario”.
“Puedo hacer cosas financieras que serían muy malas para Rusia. No quiero hacerlo porque quiero conseguir la paz”, precisó.
Unas declaraciones que contrastan con su altercado verbal hace menos de dos semanas con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en el despacho oval frente a las cámaras de televisión.

Trump suspendió la ayuda militar tras la discusión para presionar a Kiev, que aceptó el plan propuesto por Estados Unidos para un alto el fuego de 30 días durante unas negociaciones celebradas en Arabia Saudita el martes.
Ayer miércoles Zelenski urgió a Rusia a que responda a la propuesta de alto al fuego de 30 días anunciada el martes en el encuentro en Arabia Saudita con Estados Unidos, tras más de tres años de guerra.
Zelenski señaló que el futuro de esta propuesta depende ahora “al 100%” de Moscú ya que Estados Unidos y Ucrania “demostraron” sus posiciones. “Rusia tiene que responder”, dijo en una rueda de prensa.
El mandatario puntualizó cauteloso que no confía en Rusia en cuanto a la aplicación de una tregua. Y declaró que espera que Estados Unidos aplique medidas “fuertes”, incluyendo sanciones, si Moscú no acepta la propuesta.
También elogió “la primera conversación constructiva” entre responsables ucranianos y estadounidenses el martes en Yedá.
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