EFE, AFP
El mandatario chino, Xi Jinping, consideró ayer viernes en su conversación telefónica con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que ambos países pueden ser “socios y amigos” y se mostró dispuesto a “promover mayores avances en los vínculos binacionales desde un nuevo punto de partida”, según el Ministerio de Exteriores del país asiático.
“Dados los amplios intereses comunes y el espacio extensivo de cooperación entre los dos países, China y Estados Unidos pueden ser socios y amigos, contribuir al éxito del otro y fomentar la prosperidad común, en beneficio de ambos países y el mundo entero”, dijo Xi a Trump durante la llamada, que supuso el primer contacto entre ambos desde hace cuatro años.
Por su parte, Trump dijo que espera que Estados Unidos y China resuelvan “muchos problemas juntos”, en referencia al comercio, el fentanilo e incluso TikTok.
En la campaña electoral, Trump amenazó a China y otros socios comerciales de Estados Unidos con fuertes aranceles, pero también dijo que estaba abierto a las conversaciones con Xi, un líder al que admira abiertamente desde hace mucho tiempo.
La amenaza de un arancel del 10% sobre los productos chinos, además de los ya existentes que datan del primer mandato de Trump, está impulsada por acusaciones de que China permite que los componentes químicos del fentanilo fluyan a México y Estados Unidos, donde la droga causa 70.000 muertes por sobredosis cada año.
“La llamada ha sido muy buena tanto para China como para Estados Unidos”, dijo Trump en las redes sociales. “Espero que resolvamos muchos problemas juntos, empezando inmediatamente”, afirmó mencionando el comercio, el fentanilo, TikTok y “muchos otros temas”. “¡El presidente Xi y yo haremos todo lo posible para que el mundo sea más pacífico y seguro!”, añadió tres días antes de regresar a la Casa Blanca.
De acuerdo a un comunicado de la cancillería china, los dos líderes acordaron establecer un canal de comunicación estratégica “para mantenerse en contacto regular sobre los transcendentales temas de interés común” durante un contacto en el que también “intercambiaron opiniones sobre la crisis de Ucrania y el conflicto palestino-israelí”, entre otros asuntos.
Se trata de la primera llamada entre el presidente chino y Trump desde que este último dejara la Casa Blanca en 2021.
El equipo de seguridad nacional confeccionado por Trump para su nueva Administración ya ha estado en contacto con Pekín recientemente, pero esta llamada entre el líder chino y el futuro presidente estadounidense supone su primera conversación directa en cuatro años.
Además, esta se ha producido apenas horas después de que la Cancillería china anunciara que será el vicepresidente del gigante asiático, Han Zheng, quien asista en calidad de enviado especial a la ceremonia de toma de posesión de Trump, a pesar de que Xi había sido invitado al evento.
Ningún jefe de Estado chino ha asistido antes al acto de toma de posesión de un presidente estadounidense, según la CBS citando registros del Departamento de Estado que datan de 1874.
Taiwán
El gobernante chino señaló en la conversación que es “natural que haya algunos desacuerdos entre dos grandes países con distintas realidades nacionales”, pero defendió como crucial “respetar mutuamente los respectivos intereses vitales y preocupaciones transcendentales y encontrar una solución adecuada”.
Así, Xi pidió a Trump que aborde con “prudencia” la cuestión de Taiwán, que “concierne a la soberanía nacional y la integridad territorial de China”, defendió que las relaciones económicas y comerciales bilaterales son “en esencia mutuamente beneficiosas y de ganancias compartidas” y advirtió de que “la confrontación y los conflictos no deben ser una opción”.
“Ambas partes deben adherirse a los principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación de ganancias compartidas, trabajar juntas más estrechamente y hacer más cosas grandes, prácticas y buenas que beneficien a ambos países y al mundo, permitiendo que China y Estados Unidos, como dos barcos gigantes, avancen sin cesar por la vía de desarrollo estable, sano y sostenible”, aseveró el líder chino.
Trump quiere reunirse
Por su parte Trump, según el comunicado oficial difundido por Pekín, agradeció a Xi su felicitación y “dijo que valora sus grandes relaciones” con el gobernante chino, con quien espera “seguir hablando y reunirse pronto”.
“Como los países más importantes del mundo, Estados Unidos y China deberían llevarse bien durante años y más allá y trabajar juntos por la paz mundial”, manifestó el presidente electo estadounidense, quien poco antes había anunciado su conversación con Xi en una publicación en su red Truth Social.
El inminente regreso de Trump a la oficina oval ha generado temores de que las tensiones bilaterales aumenten rápidamente. Esta semana, Pekín criticó a Marco Rubio, el candidato de Trump a ocupar la Secretaría de Estado, por haber dicho que China es el “adversario casi más peligroso” al que Washington se haya enfrentado jamás. “La parte estadounidense debe establecer una comprensión correcta de China, cesar los ataques injustificados y las campañas de desprestigio contra China”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun.
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