EFE
Una erupción volcánica comenzó este miércoles en la península de Reykjanes (suroeste de Islandia), la quinta en los últimos meses, informó la Oficina Meteorológica de este país nórdico (IMO, en inglés). Sin embargo, los responsables de protección civil señalaron que el territorio islandés sigue siendo "una destinación segura".
La emisión de lava se había reducido de "forma significativa", según el último boletín de la Autoridad de Protección Civil y Emergencias, que citó datos de la IMO.
"La actividad se ha concentrado en seis chimeneas al norte de la grieta", explicó la institución, que agregó que en varios puntos siguen expulsando magma pero, debido a la mala visibilidad, es complicado determinar cuántos son exactamente.
Desde el organismo islandés se aseguró de que "los efectos de la erupción están localizados" y "no amenazan a personas" tras las medidas adoptadas el miércoles, mientras que los daños a infraestructuras parecen limitarse por el momento a dos carreteras que han sido atravesadas por la lava.
Las autoridades islandesas declararon el miércoles el estado de emergencia y tanto la localidad de Grindavík como la Laguna Azul, el famoso balneario geotermal situado en la zona, fueron evacuados antes del inicio de la erupción, cuando empezó a aumentar la actividad sísmica.
"El tráfico aéreo hacia Islandia y desde Islandia está operando con normalidad. Islandia permanece en destinación segura", indicaron los responsables de protección civil. "Los vuelos operan según lo previsto y una disrupción del tráfico aéreo se estima algo altamente improbable", añadieron.
En los últimos dos años, la región islandesa ahora afectada por la lava se ha enfrentado a siete erupciones volcánicas. La anterior erupción comenzó en marzo y se prolongó durante ocho semanas.