CONFLICTO
Ofensiva israelí contra Hamas provocó 42 muertos en la región palestina. El bombardeo, de acuerdo con un portavoz del Ejército israelí, iba dirigido contra la sede del centro de inteligencia de Hamás.
Gaza e Israel vivieron ayer la séptima jornada de su peor escalada bélica desde 2014 con un casi constante intercambio de fuego entre las milicias y el Ejército israelí, sin que en la región trascendieran detalles oficiales de avances hacia una posible tregua que los EE.UU. y otros actores buscan impulsar.
Tras una madrugada de intensos bombardeos de represalia israelíes sobre Gaza y otra ráfaga de cohetes lanzados por las milicias hacia Tel Aviv y el centro del país, el grado de enfrentamientos fue relativamente menor durante el día, pero las alarmas antiaéreas no dejaron de sonar en localidades de Israel cercanas a Gaza, y el Ejército israelí siguió con ataques contra posiciones de Hamás.
A su vez, pese a la presencia de Hady Amr, enviado del presidente de EE.UU., Joe Biden, que busca contener la escalada, no se informó de progresos hacia un alto el fuego que acabe con una escalada que estalló el lunes y llevó de nuevo a la región a una fuerte crisis.
En Gaza, la cifra de muertos desde el inicio de las hostilidades ascendió ayer a al menos 197, incluidos 58 menores y 34 mujeres, y los heridos superan los 1.235, informó el Ministerio de Sanidad.
Entre los fallecidos hay 42 civiles muertos durante la madrugada de ayer tras intensos bombardeos israelíes en el barrio de Rimal, donde siguieron las tareas de rescate de decenas de personas que seguían atrapadas entre los escombros de cinco edificios destruidos.
El bombardeo, de acuerdo con un portavoz del Ejército israelí, iba dirigido contra la sede del centro de inteligencia de Hamás en un sistema de túneles que colapsó en el norte de la Franja. La misma fuente hizo constar que las dependencias de la milicia islamista “se hallaban junto a un jardín de infantes”. “Esto demuestra que Hamás pone en peligro a los civiles al situar instalaciones militares en zonas densamente pobladas”, agregó el portavoz.
Campaña
En Israel, por su parte, ayer no hubo víctimas. Hasta ahora, 10 personas fallecieron. De estas, ocho -entre ellas dos menores- murieron por impactos de cohetes, y dos tras caerse cuando corrían a refugiarse. Casi 300 israelíes resultaron también heridos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, instó ayer a seguir con los ataques de represalia contra los grupos islamistas Hamás y Yihad Islámica, que lanzaron más de 3.100 cohetes desde inicios de la semana.
De estos, 450 fallaron y cayeron dentro del enclave, mientras que el sistema antiaéreo Cúpula de Hierro interceptó en torno a 1.210.
Según el Ejército israelí, se trata de la ola de disparos desde Gaza más intensa que el país sufre en su historia, con un porcentaje mayor que en las guerras de 2014, 2012 y 2008-09. Las fuerzas armadas también estiman que han matado a al menos 75 milicianos de Hamás y a "docenas" de Yihad Islámica en múltiples ataques.
“Nuestra campaña contra las organizaciones terroristas sigue con toda su fuerza", aseguró ayer Netanyahu, que remarcó que Israel exige que Hamás pague "precios muy altos por su intolerable agresión".
Según agregó, las fuerzas armadas "han realizado ataques contra más de 1.500 objetivos en los últimos días" para "restaurar la tranquilidad y la seguridad" de los israelíes. Además, advirtió que la campaña actual "todavía llevará tiempo".
La jornada estuvo marcada también por los crecientes rastros de destrucción en Gaza, donde los daños materiales y el paisaje de escombros de edificios parcial o totalmente demolidos es la tónica.
Los bombardeos "han destruido 76 edificios", unas 725 viviendas "han sufrido daños importantes" y otras 4.134 "daños menores", según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Según concretó en un informe, escuelas, carreteras y otras infraestructuras también se han visto dañadas.
A su vez, según informó la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), más de 38.000 personas se refugiaron en sus escuelas tras evacuar sus hogares por temor a ataques aéreos.
Egipto también decidió abrir este fin de semana el paso de Rafah, que conecta Gaza con el Sinaí egipcio, para trasladar a palestinos heridos a sus hospitales en ambulancia, mientras que España y países europeos intentan evacuar a palestinos con doble nacionalidad que viven en el enclave y pidieron obtener un permiso de salida.
Llamado
La jornada de ayer también coincidió con una nueva reunión del Consejo de Seguridad para abordar la situación, donde la mayoría de potencias reclamaron un fin inmediato de las hostilidades, aunque el apoyo de EE.UU. a las tesis israelíes impidió consensuar un mensaje común que mostrara unidad.
En su ronda de reuniones en Israel y los territorios palestinos, el enviado de Biden buscará hoy vías para calmar la situación con el presidente palestino, Mahmud Abás.
Aún así, este solo gobierna sobre partes de Cisjordania y no tiene control directo en Gaza, y su capacidad de intercesión desde el inicio de la escalada ha sido residual y no ha calmado las tensiones con Hamás. EE.UU. tampoco tiene contacto directo con el movimiento islamista, a quien considera una organización terrorista.
Agradecimiento a Uruguay
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, compartió este fin de semana en redes su agradecimiento a los países que apoyan la postura de Israel en el enfrentamiento con Hamas en la Franja de Gaza.
“Gracias por apoyar decididamente a Israel y apoyar nuestro derecho a la autodefensa contra los ataques terroristas”, escribió el primer mandatario en Twitter, acompañando este mensaje con las banderas de 25 países, entre los que se encuentra Uruguay.
El martes el gobierno uruguayo expresó “firme condena” ante “actos terroristas” y “recrudecimiento de ataques” desde Gaza a Israel a través de un comunicado de Cancillería, en el que reiteró su llamado para que israelíes y palestinos “recobren el camino de las negociaciones”.