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Un padre hizo un trágico descubrimiento después de que sus hijas gemelas de tres años fueran encontradas ahogadas en su piscina. Valentina y Penélope Ruiz estuvieron bajo el agua durante un “período indeterminado” antes de que su padre llamara a los servicios de Emergencia.

Eran alrededor de las 15:30 horas del jueves (2 de mayo de 2024), en Arizona, Estados Unidos. El padre, cuyo nombre no fue revelado, llamó rápidamente a los servicios de emergencia después de sacar a sus hijas sin vida de la piscina.

Las dos menores fueron trasladados de urgencia al hospital pero, trágicamente, ambas fueron declaradas muertas poco tiempo después.

"La información preliminar sugiere que este incidente es consistente con un ahogamiento accidental", dijo la policía de Phoenix en un comunicado el viernes. “En este momento, los investigadores no han descubierto nada que parezca sospechoso”, continuó.

Según el capitán de bomberos de Phoenix, Rob McDade, el padre de las gemelas encontró a sus hijas en la piscina. Los bomberos tardaron menos de tres minutos en llegar a la casa y encontraron a miembros de la familia tratando desesperadamente de administrar RCP.

Las fotografías aéreas de la casa de tres dormitorios muestran que la piscina no tenía valla. "Puedes imaginar cómo sería, lo agotador que sería", dijo McDade a la cadena local CBS 5 News. “Una escena tremendamente trágica”, lamentó. La policía confirmó que el incidente no se considera sospechoso, pero la investigación sigue en curso

Foto: Fox 10

El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en el mundo en el grupo de edad de 1 a 4 años y la tercera en el grupo de edad de 5 a 14 años. Al ser rápido y silencioso, este tipo de incidentes pueden convertir la vida de muchas familias en una pesadilla. Para evitar una tragedia, es fundamental tomar algunas precauciones para proteger a tu hijo de situaciones peligrosas en el agua.

Es fundamental recordar que el ahogamiento ocurre rápidamente, por lo que la vigilancia es el principal cuidado. Por ello, nunca se debe dejar a los niños solos en playas, piscinas y bañeras.

Además, es importante no dejar recipientes con agua u otros líquidos donde el niño pueda sumergirse, ya que tan solo un centímetro de líquido en un recipiente puede ser suficiente para provocar un desastre. Esto también se aplica a los niños que ya saben nadar bien. Los padres siempre deben ejercer una vigilancia intensa y evitar distracciones, como el uso del teléfono móvil.

Otro punto interesante es invertir en formación en primeros auxilios, incluso para quienes no trabajan en el ámbito sanitario.

A la hora de llevar a los niños a la playa o piscina, es importante recordar que es más recomendable utilizar un chaleco salvavidas que manguitos de brazo.

Sin embargo, tenga en cuenta que usar chalecos es excelente, pero puede causar una falsa sensación de seguridad. Por eso, incluso cuando se utiliza este equipo, vale la pena enfatizar que nunca se debe dejar a los niños sin la supervisión de un adulto en piscinas y playas.

Los padres que tienen piscinas en casa deben prestar especial atención. Las piscinas deben estar completamente cerradas, sin aberturas y con una altura aproximada de 1,5 m, además de tener suelo antideslizante alrededor.

El mismo vallado se debe realizar si se dispone de pozos en casa o en propiedades. Además, la piscina debe estar cubierta con varios pestillos laterales seguros que el niño no pueda quitar.

Según la Sociedad Brasileña de Pediatría (SBP), los bebés pueden iniciar la práctica después de los seis meses de vida, ya que en esta etapa de la vida el oído se encuentra en una etapa de desarrollo que reduce el riesgo de entrada de agua e infecciones, además de el niño ya ha recibido las primeras vacunas de inmunización.

Sin embargo, los niños nunca deben entrar al agua sin supervisión, incluso si ya saben nadar bien. También vale la pena recordar que no se necesita una gran cantidad de agua para que los más pequeños se encuentren en una situación peligrosa.

Los ahogamientos suelen ser silenciosos. Presta atención a señales de alerta como: no poder mantener la cabeza completamente fuera del agua, expresión de pánico o miedo y cuerpo erguido con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca abierta, un intento instintivo de seguir respirando.

Fuentes: Monique Pinheiro, pediatra del Grupo Prontobaby y Hamilton Robledo, pediatra de la Red de Hospitales São Camilo, en São Paulo. O'Globo