EUROPA
Sturgeon pidió al Ejecutivo británico del conservador Boris Johnson el permiso para convocar un segundo plesbiscito legal sobre la escisión de Escocia del Reino Unido.
El triunfo del Partido Nacional Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon en los comicios regionales de Escocia presagia una dura batalla entre Edimburgo y Londres para convocar un segundo referéndum sobre la independencia escocesa.
Como se esperaba, el independentista SNP fue el partido más votado en las elecciones al Parlamento de Edimburgo celebradas el jueves, pero sin llegar a los 65 escaños necesarios -de los 129 que tiene el legislativo- para la mayoría absoluta.
El SNP se quedó con 64 diputados, uno más que en 2016 pero uno menos de los necesarios para la absoluta.
Los conservadores tendrán 31 representantes, los laboristas 22, los Verdes ocho y los liberaldemócratas cuatro.
De estos 129 escaños, 73 -elegidos por mayoría simple- corresponden a las circunscripciones, mientras que los otros 56 -por el sistema proporcional- proceden de las listas regionales.
Sturgeon, que presidirá una vez más el Gobierno autonómico de Escocia, nació el 19 de julio de 1970 en la localidad escocesa de Irvine, se licenció en Derecho, con honores, por la Universidad de Glasgow en 1992. Durante sus tiempos de estudiante, fue miembro de la Asociación nacionalista de su universidad.
Antes de entrar en el Parlamento regional de Edimburgo en 1999, el año del restablecimiento de este legislativo, Sturgeon trabajó como abogada en un estudio en Glasgow.
En una declaración formal al proclamarse vencedora de los comicios del pasado jueves, Sturgeon pidió al Ejecutivo británico del conservador Boris Johnson el permiso para convocar un segundo plesbiscito legal sobre la escisión de Escocia del Reino Unido.
“El pueblo de Escocia debe decidir su futuro cuando la crisis del COVID-19 pase. Es un asunto de principio democrático fundamental”, añadió, antes de recordar que el SNP y los Verdes llevaban en sus compromisos de campaña la celebración de un nuevo referéndum.
Sin embargo, Johnson cerró ayer sábado la puerta a cualquier posibilidad de celebrar una nueva consulta, incluso con este triunfo del SNP.
“Creo que un referéndum en el contexto actual es irresponsable y temerario”, dijo el jefe de Gobierno en una entrevista con el diario The Telegraph, al ser preguntado sobre si aceptaría una nueva consulta después de la celebrada en 2014, en la que los escoceses votaron por seguir en el Reino Unido por claro margen.
Sturgeon está a favor de impulsar la nueva consulta en 2023, una vez que Escocia supere la crisis provocada por la pandemia. El SNP y los Verdes defienden que el pueblo escocés tiene derecho a votar sobre la independencia después de que Escocia quedase fuera de la Unión Europea (UE) en contra de su voluntad.
En el referéndum europeo del 23 de junio de 2016, Escocia votó ampliamente a favor de permanecer en la UE a pesar de que el Reino Unido en su conjunto respaldó la salida del bloque europeo.
Los “tories” llegaron a incrementar su número de votos en varias circunscripciones frente a la anterior cita electoral, lo que sugiere votos tácticos dentro del unionismo para frenar el avance del SNP.
Con 19.735 votos, Sturgeon resultó reelegida por la circunscripción de Glasgow Southside.