Redacción El País
"Como si fuese una pandemia", dice Dafne tras pasar por los supermercados del centro de Valencia y encontrar las góndolas vacías. Esto es porque, en el día después del paso de la Dana -un fenómeno meteorológico que provocó casi cien muertes en España-, el ambiente en Valencia es de tristeza.

Dafne tiene 45 años, es uruguaya, vive en Valencia desde 2007. Este martes, tras días de lluvia y viento, recibió por primera vez un mensaje que le advirtió que no debía salir de su casa. "Yo no los había visto nunca estos mensajes de alerta, solo los había visto en Estados Unidos, acá nunca. Y ha llegado eso, una alerta con un sonido súper estridente avisando que no salga la gente a la calle, que se desplace lo más mínimo posible", dice a El País.

Dafne explica que ella vive en el centro de la ciudad y en una zona alta, por lo que no resultó tan afectada como otras. "Ayer por la noche de todo lo que llovió se desbordaron barrancos de los pueblos que están aquí en la periferia de Valencia, sobre todo del lado oeste", lo que provocó que se inundaran los pueblos de la periferia.

En Valencia ya no llueve y las advertencias ahora son para el fin de semana. Este miércoles, a diferencia de otros habitantes, la uruguaya pudo salir a trabajar y en esa salida a la calle tuvo contacto directo con lo que dejó la catástrofe.

Cuenta que se cruzó a gente "embarrada que se ve que llegaba de un sitio donde habían estado con el agua hasta arriba" y que en los supermercados no hay comida fresca, que las carnicerías están vacías, no hay agua ni papel higiénico, como pasó al principio de la pandemia del Covid-19.

Foto: cedida a El País.

Fue en su viaje al trabajo en el transporte público que conoció a un hombre que fue arrastrado por el agua en medio de la desesperación. Según le contó, conduce un camión cisterna y empezó a llover cuando aún estaba en la carretera. "Nadie le dijo nada y él iba en un camión cisterna con combustible y no podía girar. La gente se metía en contra dirección por una de las carreteras porque iba subiendo el agua, pero él tuvo que seguir por la autovía. Se empezó a llenar de agua y veía los coches con gente dentro haciendo señales con las linternas y él no podía ayudar. No había servicios de emergencia donde estaba", cuenta Dafne.

En medio del diluvio la carretera y el río -que según Dafne nunca tiene agua- se hicieron uno. El hombre chocó con una autocaravana, los vehículos quedaron enganchados y fueron arrastrados, casi "flotando", hasta que llegaron a un puente en el que los Bomberos estaban ayudando a subir a la gente que se trepaba a los techos de sus vehículos. Tras ser rescatado, el servicio de emergencia lo dejó ahí y el hombre no encontró donde dormir, añade Dafne.

Cuenta que otros, como el conserje de su edificio, están incomunicados de su familia y no han podido volver a sus casas; que varias de sus amigas no tienen luz ni agua y no pueden trasladarse porque las calles están cortadas con autos que se fueron apilando; y que quienes viven en la periferia o en planta baja tienen sus viviendas inundadas.

"Está toda la gente que no puede llegar a sus casas y que te va contando todas las historias súper tristes", resume la uruguaya.

Más temprano, el Ministerio de Relaciones Exteriores uruguayo comunicó que la Embajada de Uruguay, en coordinación con su red de consulados en el país, sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos en Valencia. "Al momento, no hay registro de uruguayos entre las víctimas", apunta.

"Uruguay espera una pronta recuperación de las comunidades afectadas, en particular en Valencia, donde las consecuencias son muy severas y reside un número muy importante de familias compatriotas, a quienes reiteramos nuestro compromiso de apoyo y acompañamiento", dice el texto.

Según informó Agencia EFE, el Ejecutivo regional valenciano anunció que el fenómeno Dana causó ya 92 muertos, un determinado número de desaparecidos y cuantiosos daños con las torrenciales inundaciones, por lo que el gobierno decretará tres días de luto.

En Valencia, este martes cayeron 445,4 litros por metro cuadrado, la mayor registrada en 24 horas en esta región desde el 11 de septiembre de 1966, cuando se acumularon 520 l/m2 en Tavernes de la Val.