Redacción El País
El socialista Salvador Illa tomó posesión ayer como presidente de la comunidad de Cataluña y confirmó su voluntad de “gobernar para todos” los catalanes, en un acto de dos días después de su investidura, marcada por el fugaz regreso a España del expresidente Carles Puigdemont, huido de la justicia española.
Illa prometió el cargo “con fidelidad al rey, a la Constitución, al Estatuto de Autonomía y a las instituciones nacionales de Cataluña” y en su primer discurso como presidente de esta región española expuso que los ejes de su presidencia serán los de “unir y servir” a los catalanes, con el objetivo de llevar “la máxima libertad, la máxima prosperidad y la máxima igualdad posible a los catalanes”.
El socialista, ex ministro español de Sanidad durante la pandemia, fue investido gracias a los votos de su partido, los de Comuns (izquierda) y los del partido independentista ERC, con quienes alcanzaron un acuerdo para dar una “financiación singular” a esta región española, un pacto que recibió críticas de la oposición y algunas voces socialistas.
Ayer, el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull, leyó el Real Decreto de nombramiento, Illa prometió el cargo y el presidente saliente, Pere Aragonès (ERC), le impuso la medalla correspondiente. [EFE]