Redacción El País
Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, cultiva un bajo perfil y no tiene ningún cargo en el Gobierno. Nacida en Bilbao y criada en León, Gómez es especialista en marketing, tiene un máster en Administración de Empresas y ha trabajado en la recaudación de fondos para ONGs, como Oxfam y Aministía Internacional. También trabajó como consultora comercial del Grupo Inmark hasta que Pedro Sánchez asumió la presidencia por primera vez en 2018, cuando pidió una licencia a la compañía para evitar un posible conflicto de intereses.
Ahora, a sus 49 años, está en el ojo de la tormenta. El Confidencial afirma que la investigación preliminar sobre ella está relacionada con sus presuntos vínculos con el grupo turístico español Globalia, propietario de la aerolínea Air Europa, en un momento en que mantenía conversaciones con el Gobierno para conseguir un rescate de gran envergadura para la empresa, gravemente afectada por la caída del tráfico aéreo debida a la pandemia de coronavirus.
En aquel momento, Gómez dirigía el IE Africa Center, una fundación relacionada con la escuela de negocios Instituto de Empresa (IE), un cargo que abandonó en 2022.
El Confidencial afirma que el “IE Africa Center de Begoña Gómez firmó en 2020 un acuerdo de patrocinio con Globalia” y que la esposa del presidente del Gobierno “se reunió en privado con el consejero delegado del ‘holding’ turístico, Javier Hidalgo, en las propias oficinas de la compañía”.
“En esas mismas fechas, Globalia estaba negociando con el Gobierno un rescate millonario”, añadió el medio.
En noviembre de 2020, de hecho, el gobierno de Sánchez ofreció una línea de ayuda de 475 millones de euros (507 millones de dólares) a Air Europa surgida de un fondo de 10.000 millones de euros destinados a apoyar a empresas estratégicas en dificultad por la pandemia.
La compañía española fue la primera en beneficiarse de este fondo. Le siguieron otras muchas, incluidas varias de sus competidoras (Iberia, Vueling, Volotea, etc.).
Ayer miércoles, la oposición de derecha sostuvo que es “urgente” que el presidente dé “explicaciones”, a través de Ester Muñoz, miembro de la dirección del Partido Popular (PP). “Todo es muy grave y todo se acabará sabiendo”, advirtió el portavoz del partido, Borja Sémper.
Desde que la prensa desveló el asunto hace varias semanas, el PP no ha dejado de atacar al presidente y a su esposa. “Como es lógico, Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes”, insistió el presidente en su carta.
En un repaso sobre la experiencia laboral de Gómez y las denuncias del Partido Popular al respecto, El País de Madrid recordó que antes de mudarse a La Moncloa con Pedro Sánchez, Gómez participó de una fiesta destinada a recaudar fondos para un proyecto solidario en Tanzania y un concierto en el Auditorio Nacional para apoyar a una ONG que buscaba mejorar la vida de las personas con discapacidad intelectual.
“Tengo intención de seguir trabajando y por supuesto mantener la vida que he hecho siempre. Creo que puedo ayudar y dar visibilidad a cuestiones solidarias”, dijo en su primer acto solidario como mujer del presidente de España. Poco después de que su marido asumiera como presidente, Gómez fue nombrada directora del “Africa Center” de la universidad IE de Madrid, puesto que mantuvo hasta 2022.
Gómez y Sánchez se conocieron en una fiesta y se casaron en 2006. Tienen dos hijas: Ainhoa, nacida en 2005, y Carlota, en 2007.
“Me enamoré con 31 perdidamente de mi mujer (...) Fue en la casa de un amigo mío en una fiesta de cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho unas cuantas veces. Me lo puso difícil”, contó Pedro Sánchez durante una entrevista. Detalló que, después de unos meses de noviazgo, él se mudó al departamento donde ella vivía en el barrio madrileño de La Latina. “Fui yo quien puse el cepillo de dientes en su casa, ella tenía un piso montado más grande que el mío”, dijo.