EFE, AFP
Estados Unidos atribuyó ayer martes únicamente a la “intransigencia” del grupo terrorista palestino Hamás el hecho de que no haya entrado en vigor el plan de alto el fuego presentado por el presidente Joe Biden.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, recordó ayer ante el Consejo de Seguridad que existe una resolución de este mismo organismo que avala ese plan de alto el fuego, pero Hamás “ignorando los llamados de la comunidad internacional, en lugar de aceptar el trato, no deja de añadir condiciones” para su aplicación.
“Desde nuestra perspectiva, es hora de acabar con la intransigencia de Hamás, empezar un alto el fuego y liberar a los rehenes”, enfatizó la embajadora.
Por otro lado, la embajadora estadounidense se refirió también a la situación en Cisjordania y criticó a “los colonos extremistas violentos” por sus últimas acciones, y, lo que constituye una novedad, alabó a las fuerzas de seguridad palestinas y a la Autoridad Palestina “por sus esfuerzos en mantener la paz y la seguridad en Cisjordania”.
El líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, reafirmó las posiciones de la organización terrorista por un alto el fuego completo en Gaza después de que el Ejército israelí matara a diez de sus parientes en un bombardeo en la madrugada del martes: “Si el enemigo criminal cree que atacando a mi familia y allegados cambiará nuestra posición y resistencia, están delirando”, aseguró.
“Los mártires de mi familia son los mártires de nuestro pueblo, y los mártires de nuestro pueblo son también mi familia”, añadió Haniyeh, entre cuyos parientes fallecidos se encontraba su hermana mayor.
Según el líder de Hamás, la organización se ha mostrado flexible y ha aceptado “todos los proyectos propuestos” para el alto el fuego, siempre y cuando implicaran “el fin de la agresión y la retirada completa de la Franja” de las tropas israelíes.
Guerra regional
Estados Unidos advirtió también ayer que un conflicto entre Israel y el movimiento libanés Hezbolá podría desencadenar una guerra regional en Medio Oriente.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se reunió ayer martes con su homólogo israelí, Yoav Gallant, en el Pentágono, donde abogó por una solución diplomática.
“Otra guerra entre Israel y Hezbolá podría convertirse fácilmente en una guerra regional, con terribles consecuencias para Medio Oriente”, declaró Austin. “La diplomacia es, con mucho, la mejor manera de evitar una mayor escalada”, añadió.
“Estamos colaborando estrechamente para lograr un acuerdo, pero también debemos prepararnos para todos los escenarios posibles”, dijo por su lado Gallant al comienzo de la reunión.
La guerra en Gaza entre Israel y Hamás ha incrementado las tensiones en toda la región. Los tiroteos entre las fuerzas israelíes y Hezbolá, apoyado por Irán y aliado de Hamás, son casi diarios.
El ejército israelí declaró la semana pasada que los planes para una ofensiva en Líbano estaban “aprobados y validados”, pero el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden intenta evitar otro gran conflicto en Medio Oriente.
En Beirut, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, advirtió que un “error de cálculo” podría desencadenar una guerra total entre Israel y Hezbolá, y pidió “extrema moderación”.
Por su parte, Canadá hizo un llamado a sus ciudadanos a salir del Líbano “mientras puedan” y haya aún vuelos comerciales, ante el riesgo de una escalada de la violencia.
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