COMPROMISO

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a los líderes árabes que Washington seguiría plenamente comprometido con Medio Oriente y no cedería su influencia a otras potencias mundiales. “No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”, afirmó Biden durante una cumbre en Yedá, en Arabia Saudita.

La cumbre, última parada de la gira de Biden por Medio Oriente, reúne a los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, así como a Egipto, Jordania e Irak. Biden pretendía aprovecharla para hablar de la volatilidad de los precios del petróleo y exponer su visión sobre el papel de Washington en la región.

El viernes se reunió con el rey Salmán de Arabia Saudita y con el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, el gobernante de facto que, según las agencias de inteligencia estadounidenses, “aprobó” la operación de 2018 que acabó con la vida del periodista Jamal Khashoggi.

El príncipe heredero siempre ha negado cualquier implicación en la muerte de Khashoggi, que fue asesinado en el consulado del reino en Estambul. Sus restos nunca fueron encontrados.

En sus declaraciones de ayer, Biden dijo a los líderes árabes que “el futuro lo ganarán los países que liberen todo el potencial de sus poblaciones (...), donde los ciudadanos puedan cuestionar y criticar a los líderes sin temor a represalias”.

El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, advirtió ayer a EE.UU. que intentar imponer los valores sobre los demás “causará reacciones negativas”, en referencia a la mención de Biden, al asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en 2018.

Farhan tildó de “error” lo que ocurrió con Khashoggi, “que ocurren en cualquier país, incluso en EE.UU., y el príncipe heredero aclaró que EEUU cometió también errores y adoptó medidas para que los responsables rindan cuentas”, señaló.

El presidente Biden afirmó a la prensa el viernes en Yeda que habló con MBS sobre el asesinato de Khashoggi, y le dijo lo que pensaba de manera “franca y directa”, que “guardar silencio sobre los derechos humanos para un presidente estadounidense es algo que es inconsistente con quiénes somos y quién soy yo”. Biden dijo ayer que no se arrepiente de haber prometido en la campaña para las elecciones presidenciales de 2020 que trataría a Arabia Saudí como un “paria” en la escena internacional y que haría a sus líderes pagar un precio por la muerte de Khashoggi.