AFP, EFE
Joe Biden y Xi Jinping se estrecharon las manos ayer miércoles y abogaron por reducir las tensiones entre Estados Unidos y China, en su primer encuentro en un año. Un sonriente Biden saludó a Xi luego de que el líder chino se bajó de una limusina negra en la opulenta mansión Filoli, a menos de 50 km de la ciudad de San Francisco.
La cumbre, al margen de la reunión anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), es un intento de moderar el tono de ambas potencias en temas como Taiwán, sanciones e intercambio comercial.
Biden, flanqueado por la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el secretario de Estado, Antony Blinken, tomó primero la palabra y habló por unos minutos a los medios. “Señor Presidente, nos conocemos desde hace mucho tiempo. No siempre hemos estado de acuerdo, lo que no es una sorpresa para nadie, pero nuestras reuniones siempre han sido francas y directas”. Es “primordial que nos entendamos de verdad, de líder a líder”, agregó Biden.
“Debemos asegurarnos de que la competencia no se desvía hacia el conflicto. Siempre tendremos que gestionar la competencia de manera responsable. Eso es lo que Estados Unidos desea y lo que tenemos la intención de hacer. También es lo que el mundo espera de nosotros, un intercambio franco”, afirmó el presidente estadounidense.
Enseguida, el mandatario chino, que escuchó a su homólogo mediante traducción, dijo que “darse la espalda no es una opción”. Y agregó: “El planeta Tierra es lo suficientemente grande como para que los dos países tengan éxito. El éxito de uno supone una oportunidad para el otro”.
“Para dos grandes países como China y Estados Unidos, darse la espalda mutuamente no es una opción. No es realista que una parte cambie a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas”, subrayó el presidente chino.
Biden agradeció y se dio inicio a la extensa reunión a puerta cerrada.
Lo acordado
Biden y Xi acordaron restablecer las comunicaciones entre sus Fuerzas Armadas después de que se rompieran hace más de un año tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla de Taiwán. Así lo indicó un alto funcionario estadounidense al término de la reunión, que duró más de cuatro horas.
Según ese alto funcionario, el Gobierno chino ha accedido a que haya reuniones entre los titulares de Defensa de los dos países, así como intercambios de información entre líderes militares de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y, por último, comunicación entre los navíos de ambas naciones.
Taiwán
Xi dijo a Biden que Estados Unidos debe “dejar de armar a Taiwán” y avisó que la reunificación de la isla autónoma era “imparable”, según el Ministerio de Exteriores de Pekín. “El bando estadounidense debería (...) dejar de armar a Taiwán y respaldar la reunificación pacífica de China. China conseguirá la reunificación y esto es imparable”, dijo Xi a Biden.
Biden por su lado le pidió a Xi “respetar el proceso electoral en Taiwán”. “Le pedimos a los chinos que respeten el proceso electoral en Taiwán”, dijo un alto funcionario de Washington.
Cambio climático
Unas horas antes de la cumbre Biden-Xi, Estados Unidos y China se comprometieron a incrementar la cooperación en la lucha contra la crisis climática y en la reducción de los gases de efecto invernadero.
En un comunicado conjunto, las dos potencias reconocen que desempeñan un “papel importante” en la respuesta global a la crisis climática y se comprometen a colaborar para “enfrentar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo para las generaciones presentes y futuras de la humanidad”.
Además, anunciaron la creación de un grupo de trabajo para llegar a compromisos concretos en lo que llaman la “década crítica” de 2020.
Asimismo, reiteraron su compromiso con una declaración del G20, del que China y Estados Unidos son miembros, para triplicar el nivel de producción de energía renovable a nivel mundial para 2030 y acelerar la implementación de ese tipo de tecnologías en sus respectivas economías en la próxima década.
El anuncio de los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero, impregnó de un tono positivo el cara a cara que protagonizaron Biden y Xi.
Además, se produce antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP28, y que se celebrará en Dubái del 30 de noviembre al 12 de diciembre.
La crisis climática ha sido un área en la que China y Estados Unidos han encontrado puntos de colaboración en los últimos años. La colaboración entre Xi y el expresidente Barack Obama permitió que se firmara en 2016 el Acuerdo de París.
El sucesor de Obama, Donald Trump, sacó a Estados Unidos de ese acuerdo en 2017, pero Biden, que fue vicepresidente de Obama, regresó al país a ese tratado que busca limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (marcando el límite en 2 °C) por encima de los niveles preindustriales.
La Mansión de la familia Carrington en Dinastía
La reunión entre Joe Biden y Xi Jinping fue en “Filoli”, una mansión campestre a unos 50 kilómetros al sur de San Francisco que sirvió de imagen a la popular serie televisiva Dinastía. La mansión, ubicada en la localidad californiana de Woodside, data de 1917 y fue adquirida por el Fondo Nacional de EE.UU. en 1975 dentro de su programa de Preservación Histórica. La fachada y jardines de la mansión aparecían en los créditos de inicio de cada capítulo de Dinastía transmitida por ABC entre 1981 y 1989. Algunos de los primeros capítulos se rodaron en el interior de la casa y en 2006 sirvió de plató para un programa de CBS que reunió a los actores que interpretaron a los Carrington, la familia de ficción en torno a la cual giraba la serie. “Filoli” tiene una superficie de más de 2,5 kilómetros cuadrados que incluyen una mansión de estilo georgiano con 56 estancias y 17 chimeneas.
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