Así funciona el Colegio Electoral en Estados Unidos: ¿Por qué no siempre gana el candidato con más votos?

Cada estado tiene desginada una cantidad de compromisarios. California, por ejemplo, tiene 54 y Texas 40. En 2016, Hillary Clinton obtuvo más votos en el país pero Trump ganó los del Colegio Electoral

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Un hombre llena su papeleta durante la votación anticipada para las elecciones generales de Estados Unidos.
Un hombre llena su papeleta durante la votación anticipada para las elecciones generales de Estados Unidos.
Foto: AFP

Con información de agencias
En Estados Unidos no es el voto popular nacional el que determina quién gana la Presidencia, sino los electores del Colegio Electoral. Este sistema ha permitido, por ejemplo, que Donald Trump derrotara a Hillary Clinton en 2016 con casi tres millones de votos menos, que y George W. Bush se impusiera sobre Al Gore en el 2000 con casi 500.000 votos menos.

En ambos casos, la victoria de los candidatos republicanos se debió a que habían superado los 270 votos necesarios de los delegados de los colegios electorales para abrirle las puertas de la Casa Blanca.

Estas son algunas claves del sistema, en víspera de las elecciones del 5 de noviembre entre Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, que se anuncian muy reñidas.

¿Quiénes son los miembros de los colegios electorales?

Son 538 compromisarios. La mayoría de ellos son congresistas, funcionarios y cargos locales de los partidos, pero sus nombres no aparecen en las papeletas de voto y son en su inmensa mayoría desconocidos para la opinión pública.

Cada estado tiene tantos compromisarios o grandes electores como congresistas en la Cámara de Representantes (número determinado por la población) y el Senado (dos por estado).

California, por ejemplo, tiene 54 y Texas 40.

Vermont, Alaska, Wyoming y Delaware sólo tienen tres.

En todos los estados menos en dos (Nebraska y Maine deciden por representación proporcional), el candidato más votado se lleva todos los votos de los grandes electores. Este sistema se conoce como winner-take-all (el ganador se lleva todo).

¿Por qué funciona así?

El sistema se remonta a la Constitución de 1787, que estableció las normas para las elecciones presidenciales por sufragio universal indirecto en una sola votación.

Los padres fundadores lo consideraron un término medio entre elegir al presidente por sufragio universal directo o por el Congreso, considerado poco democrático.

A lo largo de las décadas se han presentado cientos de propuestas de enmienda al Congreso para modificar o abolir el Colegio Electoral, pero ninguna ha prosperado.

Elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Foto: AFP

Polémica por la representatividad del resultado

En noviembre de 2016, Trump obtuvo 306 votos de compromisarios. 62.984.829 estadounidenses lo votaron, mientras que su oponente, Hillary Clinton, recibió 65.853.514 votos populares y 232 de los colegios.

Millones de estadounidenses pidieron que lo bloquearan. Pero solo dos compromisarios de Texas desertaron, con lo que se Trump quedó con 304 votos.

No era la primera vez que ocurría algo así. Cinco presidentes estadounidenses en total han perdido el voto popular pero han ganado las elecciones.

John Quincy Adams fue el primero, en 1824, contra Andrew Jackson.

Las elecciones de 2000 dieron lugar a un enredo en Florida entre George W. Bush y el demócrata Al Gore. Este último obtuvo más votos en el país, pero el republicano consiguió 271 votos en el Colegio Electoral.

¿Simple formalidad?

No hay nada en la Constitución que obligue a los compromisarios a votar por uno u otro candidato. Algunos estados los obligan a respetar el voto popular pero aquellos que se niegan, por lo general, solo se exponen a una multa.

Pero en julio de 2020, la Corte Suprema dictaminó que estos grandes electores "desleales" podían ser castigados si hacen caso omiso de la elección de los ciudadanos.

¿Cuándo se oficializa el resultado de los compromisarios?

Los electores se reunirán en sus estados el 17 de diciembre. La ley estadounidense estipula que "se reúnan y emitan sus votos el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre".

El 6 de enero de 2025, tras contar todos los votos, el Congreso anunciará solemnemente el nombre del presidente, que se conocerá mucho antes.

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