Redacción El País
Donald Trump y Joe Biden lograron matemáticamente el estatus de candidatos a las presidenciales de noviembre anoche en las primarias en varios estados, entre ellos Georgia.
El expresidente es el único republicano en la carrera para los comicios de noviembre después de eliminar a la competencia (una decena de candidatos) durante los últimos meses. Su última rival, Nikki Haley, tiró la toalla el pasado 6 de marzo. Pero para ser designado candidato oficial del partido todavía necesitaba ganar un cierto número de delegados, es decir los representantes encargados de nominar al candidato durante la convención a mediados de julio.
Del lado demócrata, el proceso de nominación es más o menos el mismo, pero el presidente Joe Biden nunca ha enfrentado a rivales de peso.
Como se esperaba, Trump y Biden superaron el umbral de delegados necesarios para asegurar la nominación ayer martes, cuando cuatro estados celebraron primarias.
Entre ellos, Georgia, con el que Trump mantiene una relación complicada. Este estado suele inclinarse por el candidato republicano en las elecciones presidenciales. Sus habitantes se decantaron por él frente a Hillary Clinton en 2016, pero le dieron la espalda en 2020 votando por Biden.
El margen de votos entre ambos fue pequeño, menos de 12.000, y Trump nunca reconoció su derrota.