EFE, AFP
La Corte Suprema de Estados Unidos comenzó a debatir ayer jueves si se debe prohibir a Donald Trump presentarse a las elecciones presidenciales de noviembre. La mayoría de los jueces parecía inclinarse por rechazar una sentencia de un tribunal de Colorado que impediría a Donald Trump volver a presentarse a las elecciones presidenciales.
Los nueve magistrados deben responder justamente a esa pregunta: ¿puede figurar el nombre de Trump en las papeletas de las primarias presidenciales republicanas en el estado de Colorado debido a su presunto papel en el ataque de sus partidarios al Capitolio 6 de enero de 2021?
Al finalizar la audiencia de ayer, en una breve rueda de prensa que ofreció en los exteriores de su residencia en el sur de Florida, el exmandatario dijo que no hay “un caso” en su contra para inhabilitarlo en las elecciones generales de noviembre próximo y que se trata más de un caso de “interferencia electoral de los demócratas”.
“No fue insurrección”, señaló Trump, quien agregó que no hubo armas de fuego entre los manifestantes que ingresaron al Capitolio, una aseveración que contrasta con las “armas peligrosas y mortales” que, de acuerdo al Departamento de Justicia de EE.UU. portaban al menos 116 personas acusadas por su participación en el asalto. “Si un presidente no tiene inmunidad, realmente no tiene Presidencia”, ahondó.
Jonathan Mitchell, un exfiscal general de Texas que representa a Trump, abrió los 80 minutos programados de alegatos orales en la Corte Suprema. Sólo el Congreso puede descalificar a un candidato, dijo.
Jason Murry, en representación de los votantes de Colorado, respondió que Trump debería quedar fuera de los comicios en virtud de la Sección 3 de la 14ª Enmienda.
Esta sección prohíbe a cualquier persona ocupar un cargo público si ha participado en una “insurrección o rebelión” después de haber prometido defender la Carta Magna.
La enmienda, ratificada en 1868 después de la Guerra Civil, tenía como objetivo impedir que los partidarios de la Confederación esclavista fueran elegidos para el Congreso u ocuparan cargos federales.
Trump, de 77 años, apeló a la Corte Suprema para que desestimara el fallo de Colorado y propuestas similares en otros estados para mantenerlo fuera de los comicios.
“La decisión de la Corte Suprema de Colorado es errónea y debe ser revocada por numerosas razones independientes”, estimó Mitchell, quien añadió que “quitaría el voto a potencialmente decenas de millones de estadounidenses”.
El magistrado conservador John Roberts expresó su preocupación por lo que calificó de “consecuencia desalentadora” si se confirma el fallo de Colorado. “Si se mantiene la posición de Colorado, seguramente habrá procedimientos de descalificación para la otra parte”, afirmó Roberts, quien cree que otros estados dirían: “quienquiera que sea el candidato demócrata, quedas fuera de la papeleta electoral”.
“Todo se reducirá a sólo un puñado de estados que decidirán las elecciones presidenciales”, opinó.
La magistrada liberal Elena Kagan y otros colegas parecían escépticos sobre la idea de dejar los temas electorales en manos de los estados.
“Creo que la pregunta que hay que afrontar es ¿por qué un solo estado debería decidir quién será presidente de Estados Unidos?”, dijo Kagan a Murray. “¿Por qué un solo estado debería tener la capacidad de tomar esta decisión no sólo para sus propios ciudadanos sino para el resto de la nación?”
“Diferentes estados pueden tener procedimientos distintos”, respondió Murray. “Algunos estados pueden permitir que los insurrectos estén en las papeletas”.
El juez Brett Kavanaugh, un conservador, se preguntó por el impacto de descalificar a Trump. “Su posición tiene el efecto de privar de sus derechos a los votantes en un grado significativo”, afirmó.
“La razón por la que estamos aquí es que el presidente Trump intentó privar de sus derechos a 80 millones de estadounidenses que votaron contra él y la Constitución no exige que se le dé otra oportunidad”, respondió Murray.
El tribunal de mayoría conservadora, que incluye a tres jueces nombrados por Trump, es reacio a involucrarse en temas políticos, pero este año se ve obligado a pronunciarse.
Además del caso de Colorado, el tribunal también podría aceptar a trámite una apelación de Trump contra un fallo de un tribunal inferior que afirma que como expresidente no goza de inmunidad procesal penal y puede ser juzgado por cargos de conspiración para alterar el resultado de las elecciones de 2020.
Caso “atípico”
Steven Schwinn, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Illinois, Chicago, estima que cualquier sentencia será interpretada por parte de la población como “una interferencia en las elecciones”.
“Si descalifican a Trump, los partidarios de Trump estimarán que eso interfiere en las elecciones” y en el caso contrario sus opositores opinarán lo mismo, dijo Schwinn.
Los abogados de Trump insisten en que “el pueblo estadounidense, no los tribunales ni los funcionarios electorales, debería elegir al próximo presidente de Estados Unidos”.
“Al menos 60 tribunales estatales y federales en todo el país se han negado a retirar al presidente Trump de las papeletas”, afirman. “La Corte Suprema de Colorado es el único caso atípico”.
Según ellos, la Sección 3 de la 14ª Enmienda sólo puede aplicarse mediante “métodos promulgados por el Congreso” y no a través de los tribunales estatales. Tampoco debería aplicarse a Trump -dicen- porque se refiere a “funcionarios de Estados Unidos”, es decir, cargos designados y no electos.
La OTAN“en peligro” si gana Trump
Un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca supondría el final de la ayuda estadounidense a Ucrania, el “desmoronamiento” de la OTAN y el debilitamiento del liderazgo de Estados Unidos, alertan expertos y diplomáticos como la exsecretaria de estado Hillary Clinton. Bajo la égida de la frustrada candidata presidencial de 2016 ante Trump, la universidad de Columbia en Nueva York, donde Clinton es profesora de relaciones internacionales, realizó el miércoles un coloquio sobre “el futuro de Ucrania”. “Estamos en un momento crucial para Ucrania, para Occidente y para la OTAN”, advirtió Clinton. La influencia que Trump ejerce en un sector de los representantes republicanos y el tira y afloja con los demócratas liderados por el presidente Joe Biden, hizo que el Congreso aplazara hasta el ayer la votación sobre la ayuda a Kiev y a su aliado israelí, finalmente aprobado.