EFE
Estados Unidos lanzó bombardeos en la madrugada de ayer contra posiciones de milicias proiraníes en Siria e Irak, como represalia por la muerte de tres de sus soldados en Jordania hace una semana, una acción que atribuye a las milicias proiraníes de Irak. Los ataques fueron autorizados por el presidente Joe Biden y han dejado un total de casi 40 muertos en ambos países, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos e Irak.
Específicamente el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que al menos 29 combatientes proiraníes perdieron la vida, mientras que la red de activistas DeirEzzor24 rebajó la cifra a tres y alegó que gran parte de las zonas de impacto fueron evacuadas antes de los bombardeos.
La mayoría de las víctimas mortales fueron combatientes y personal médico militar de la Multitud Popular, mientras que el Gobierno iraquí denunció también la muerte de civiles y la destrucción de residencias.
Ante fuertes condenas por el hecho fundamentalmente de parte de países árabes, Estados Unidos insistió ayer en que había advertido a Irak sobre estos bombardeos. El Gobierno iraquí lo negó y acusó a Washington de “engañar” a la opinión pública internacional.
“La parte estadounidense engañó y falsificó deliberadamente los hechos, al anunciar una coordinación previa para cometer esta agresión, lo cual es una afirmación falsa destinada a engañar a la opinión pública internacional”, dijo en un comunicado el portavoz del Gobierno iraquí, Bassam al Awadi. Irak reaccionó así a las declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad de EE.UU., John Kirby, quien en una llamada con periodistas afirmó que Washington avisó previamente al Gobierno iraquí que iba a efectuar bombardeos en el oeste del país árabe.
EE.UU. lanzó bombadeos contra milicias proiraníes en Siria e Irak.
Washington afirmó que el viernes anunció sobre los bombardeos contra más de 85 objetivos e instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria iraní en Siria e Irak, “el comienzo” de su respuesta al ataque contra sus tropas en Jordania.
Las autoridades sirias e iraquíes ofrecieron una condena similar a los bombardeos, advirtieron que tendrán “repercusiones desastrosas” y que “alimentarán el conflicto en Oriente Medio de forma muy peligrosa”, en un momento de máxima tensión por la guerra en la Franja de Gaza.
La milicia iraquí Al Nujaba, una de las más prominentes de la Resistencia Islámica en Irak, afirmó que responderá a los bombardeos en el momento y el lugar que consideren, emulando así discursos anteriores del Pentágono respecto a las represalias contra estos grupos.
Acción previa de milicias proiraníes provocó la muerte de soldados de EE.UU
“Repetimos, para que los sordos puedan oír, que no daremos tregua ni nos retiraremos, ni tampoco seremos derrotados”, sentenció el movimiento proiraní en un comunicado. De esta manera el conflicto va tomando mayores dimensiones, mientras los ataques de Israel y el grupo palestino terrorista Hamás continúan sus enfrentamientos en la Franja de Gaza.
Agencia de ONU
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, invitará al comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, a la reunión que mantendrán en Bruselas los ministros de Exteriores de la UE el próximo 12 de febrero.
Así lo anunció ayer en una rueda de prensa, al término del encuentro informal con los ministros de Exteriores de la UE en Bruselas, en la que discutieron la polémica en la que se ha visto envuelta la UNRWA por acusaciones de que algunos de sus trabajadores participaron en el ataque que Hamás lanzó contra Israel el 7 de octubre.
Por ahora, la Comisión no ha suspendido los fondos a la UNRWA dado que no tiene previsto nuevos pagos hasta finales de febrero, pero ha supeditado su apoyo a los resultados de la investigación que ha abierto la organización de la ONU.
El Gobierno israelí baraja una propuesta de tregua en la Franja de Gaza que podría durar hasta 142 días, a cambio de la liberación diaria de todos los rehenes en poder del grupo palestino terrorista Hamás, según reveló el diario Haaretz.
En la fase inicial del acuerdo se liberaría a 35 cautivos, en concreto mujeres, ancianos y enfermos, en un periodo de 35 días, según la publicación. A esto le seguiría una negociación para una segunda fase de alrededor de una semana, y la liberación gradual de los otros 100 presos, o sus cuerpos sin vida, retenidos por Hamás desde el ataque perpetrado en suelo israelí el pasado 7 de octubre.
Según la misma fuente, el plan propuesto enfrentó la oposición de varios miembros del gabinete, entre ellos, el ministro de Justicia, Yariv Levin, que según el periódico israelí dijo que “no es ético negociar sólo una parte del acuerdo” y el resto más adelante, o del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que culpó a “la presión internacional estadounidense y de otros (países)” para detener la guerra.
El ministro de Seguridad Nacional, el polémico ultraderechista Itamar Ben Gvir, dijo que “un acuerdo así dará oxígeno a Hamás”, le permitirá “reforzar sus filas”. “¿Nos hemos vuelto locos?”, informó una fuente confidencial. Las negociaciones diplomáticas continúan.