El debate que puede inclinar la elección: las estrategias de Harris y Trump para 90 minutos de alto riesgo

El republicano llega al debate con la intención de dar vuelta la página de meses difíciles. Mientras que la demócrata ha acortado la brecha en las encuestas desde que reemplazó al presidente Biden.

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Donald Trump y Kamala Harris.
Donald Trump y Kamala Harris.
Foto: AFP

The New York Times
El debate de hoy martes será la noche más importante en la carrera política de Kamala Harris. Le ofrecerá su mayor audiencia hasta el momento, mientras el país intenta saber más sobre qué tipo de presidenta sería.

Donald Trump llega al debate con la esperanza de dar vuelta la página de meses difíciles. Harris ha acortado la brecha en las encuestas desde que reemplazó al presidente Joe Biden como candidata del Partido Demócrata. Esta puede ser una de las mejores oportunidades de Trump para revertir esa tendencia antes de que los estadounidenses comiencen a votar de manera anticipada.

El enfrentamiento se perfila como uno de los de 90 minutos de mayor riesgo en la política estadounidense en generaciones. Esto es lo que hay que tener en cuenta:

¿Se contendrá Trump?

Grabado en la memoria de los asesores del expresidente está el primer debate de 2020, cuando un Trump sudoroso y aturdido por el covid despotricó y deliró, hablando por encima de Biden. Trump sabe que no le fue bien en ese debate. Pero a sus asesores todavía les preocupa que no pueda contener su animosidad hacia Harris. La última vez que Trump debatió con una mujer fue con Hillary Clinton, su rival en 2016. La llamó “mujer desagradable”. A los asesores de Harris les encantaría que la versión 2020 de Trump surgiera esta noche.

Micrófonos silenciados

Los asesores de Harris intentaron, pero no pudieron, cambiar las reglas del debate para que los micrófonos de los candidatos se mantuvieran encendidos incluso cuando no estuvieran hablando, en un esfuerzo por incitar a Trump a intervenir e interrumpir cuando no es su turno. Los asesores y aliados de Trump le han aconsejado que se abstenga de hacer ataques personales en el debate, pero a muchos les preocupa que no pueda contenerse.

Donald Trump en un mitin de campaña.
Donald Trump en un mitin de campaña.
Foto: AFP

Factor sorpresa

El punto más bajo de la actuación de Harris en los debates de 2019 se produjo cuando la representante Tulsi Gabbard de Hawái le exigió que se disculpara por su historial como fiscal de California.

Desde entonces, Harris ha demostrado ser experta en lanzar ataques improvisados contra Trump. De todas formas, debatir con Trump es muy distinto a responder preguntas de, por ejemplo, un presentador de televisión.

Desde que asumió el cargo en reemplazo de Biden, Harris ha construido su campaña en torno a una elección entre el futuro (ella) y el pasado (Trump). El debate puede darle la oportunidad de mostrarles a los votantes no solo ese contraste, sino también cómo reacciona cuando se le presenta la oportunidad de enfrentarse a un acosador.

Momento viral

Más de 50 millones de estadounidenses vieron en directo el debate de junio entre Biden y Trump, y se espera que el de hoy atraiga a una audiencia aún mayor. Decenas de millones más verán el evento en las noticias y en las redes sociales después. Es probable que esos espectadores no vean los 90 minutos completos, pero sí podrán disfrutar de fragmentos clave, los mejores. Son fáciles de recordar de debates anteriores. Ronald Reagan le dijo a Walter Mondale en 1984: “No voy a explotar con fines políticos la juventud e inexperiencia de mi oponente”. O hace cuatro años, cuando Biden intentó responder a las repetidas interrupciones de Trump con un directo “¿Quieres callarte, hombre?”.

Por supuesto, algunos momentos clave no ayudan a los candidatos. El presidente George H. W. Bush fue criticado por parecer aburrido cuando miró su reloj durante un debate con Bill Clinton en 1992. Los suspiros audibles de Al Gore durante un debate de 2000 con George W. Bush provocaron burlas. Y el intento de Mitt Romney en 2012 de explicar la relativa escasez de mujeres que había contratado como gobernador de Massachusetts diciendo que había recibido “carpetas llenas de mujeres” para considerar provocó un revuelo en Twitter y ataques de la campaña del presidente Barack Obama.

Joe Biden y Kamala Harris.
Joe Biden y Kamala Harris.
Foto: EFE.

Biden

El equipo de Trump quiere, por sobre todas las cosas, que el público termine la noche con la impresión de que Harris es responsable de todos los aspectos impopulares de la trayectoria de Biden. Harris tiene la delicada tarea de mantenerse leal a Biden, pero también de distanciarse sutilmente de él.

Aborto

Lo más probable es que Harris pase a la ofensiva en materia de aborto, el área que Trump considera su mayor vulnerabilidad política. La vicepresidenta lleva semanas recordando a los votantes que fue Trump quien transformó la Corte Suprema al anular el fallo Roe vs. Wade.

Trump intentará sembrar dudas sobre el tema, diciendo que quiere dejar la política del aborto en manos de los estados y, muy probablemente, resaltará su apoyo a los tratamientos de fertilización in vitro.

La economía

Trump se ha preparado para atacar a Harris por los altos precios que persisten de la alta inflación de los primeros años de la administración Biden, y para recordar a los votantes cuando la vida era más asequible antes de la pandemia de covid.

Lo más probable es que Harris intente desviar estos ataques recordando a los votantes el caos en el que se encontraba el país cuando Trump les entregó el poder a ella y a Biden.

Raza y género

Trump es el último de una larga lista de hombres blancos que se postulan para presidente de Estados Unidos.

Harris aspira a ser la primera mujer y la segunda persona de color en ocupar el cargo. Pero a diferencia de Hillary Clinton en 2016, Harris ha evitado abrazar explícitamente la naturaleza histórica de su candidatura, particularmente cuando Trump la acusó, falsamente, de tergiversar su identidad racial.

La forma en que maneje los ataques de Trump inevitablemente será vista a través del prisma de una mujer negra y del sur de Asia debatiendo con un hombre blanco. (Reid J. Epstein y Jonathan Swan)

Kamala Harris.
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y candidata del Partido Demócrata
Foto: AFP

Micrófonos cerrados y sin acceso a asesores

El escenario del debate será el National Constitution Center de Filadelfia, Pensilvania, un estado decisivo, y tendrá como maestro de ceremonias al canal ABC News. Empezará a las 22 horas de Uruguay y durará 90 minutos, con dos pausas comerciales. Los presentadores David Muir y Linsey Davis ejercerán de moderadores y ellos serán los únicos que podrán hacer preguntas, que no se habrán facilitado con antelación a los candidatos. Kamala Harris y Donald Trump tendrán los micrófonos cerrados cuando no tengan asignado el turno de palabra. Estarán de pie tras su atril, no podrán interactuar con su equipo de campaña ni tampoco tener a su disposición notas escritas previamente.

ADEMÁS

Mucha cautela en las encuestas: empate técnico

Kamala Harris y Donald Trump llegan al debate de este martes técnicamente empatados en las encuestas de intención de voto para las elecciones del 5 de noviembre. La última serie de sondeos de opinión muestra que el candidato republicano, conserva altas posibilidades de volver a la Casa Blanca a pesar de sus problemas judiciales y el caos que rodeó su salida de la presidencia en 2021. Harris, que logró volver a movilizar al campo demócrata tras su tardío ingreso a la campaña en reemplazo del actual presidente Joe Biden, que abandonó la carrera, también puede perfectamente alzarse con el triunfo.

A nivel nacional, Trump, de 78 años, tiene solo un punto de ventaja frente a la vicepresidenta Harris (48% contra 47%), según un estudio de New York Times/Siena College realizado entre el 3 y el 6 de septiembre, una diferencia demasiado pequeña como para esbozar una tendencia. Más aún porque en Estados Unidos la elección se decide por sufragio universal indirecto y su resultado final depende de un puñado de estados bisagra claves para definir la mayoría del colegio electoral que designará a quien ocupe la Casa Blanca. De acuerdo con esta misma encuesta, Harris supera ligeramente a Trump en Wisconsin (50% contra 47%), Michigan (49/47) y Pensilvania (49/48) y están empatados (en 48%) en Nevada, Georgia, Carolina del Norte y Arizona. Según otro estudio, de CBS News/YouGov, realizado también entre el 3 y el 6 de septiembre, la situación está reñida en Michigan (50% a 49% a favor de Harris), Wisconsin (51% a 49%) y Pensilvania (paridad en 50%).

La incertidumbre se ve reforzada por la cautela existente en torno a la fiabilidad de las propias encuestadoras, que en 2016 subestimaron el voto a Trump, vencedor frente a la demócrata y favorita en los sondeos Hillary Clinton. [AFP]

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