Redacción El País
Horas después de lo que el FBI informara sobre un segundo intento de asesinato al expresidente Donald Trump, Elon Musk escribió en su plataforma social -y luego borró- una publicación en la que sugería que era extraño que nadie hubiera intentado matar al presidente Joe Biden ni a la vicepresidenta Kamala Harris.

Musk dijo que la publicación en X había sido pensada como una broma.

En respuesta a un usuario que preguntó: “¿Por qué quieren matar a Donald Trump?”, Musk, que ha apoyado al expresidente y comenta con frecuencia sobre la campaña presidencial estadounidense, escribió: “Y nadie está intentando siquiera asesinar a Biden/Kamala”. Su publicación, que fue capturada por usuarios de X, incluía un emoji de cara pensativa.

Musk retiró la publicación después de que provocara indignación.

“Bueno, una lección que he aprendido es que sólo porque digo algo a un grupo y se ríen no significa que va a ser tan hilarante como un post en X”, dijo en un post ayer por la mañana. “Resulta que los chistes son mucho menos graciosos si la gente no conoce el contexto y la entrega es texto plano”, escribió en otro.

El Servicio Secreto dijo el domingo que había disparado contra un hombre armado en el club de golf de Trump en West Palm Beach, Florida, mientras el ex presidente estaba jugando. El sospechoso fue detenido. El incidente se produjo después de otro en julio en el que Trump recibió un disparo en la oreja mientras celebraba un mitin en Pennsylvania. El tirador fue abatido por la policía.

Musk, el hombre más rico del mundo, se ha ganado la reputación de ser un plutócrata vanguardista que no se rige por las convenciones sociales a la hora de expresar sus opiniones y comunicar lo que piensa a sus seguidores. Su poder y su riqueza lo han hecho relativamente inmune a las críticas, y su franqueza lo ha convertido en un héroe para muchos que se oponen a lo que llaman corrección política.

Varias de sus publicaciones recientes sobre las elecciones han suscitado críticas. La semana pasada, amplificó las falsas afirmaciones de que los inmigrantes se estaban comiendo a las mascotas en Springfield, Ohio. (The New York Times)