En medio de los despidos masivos en el gobierno de EE.UU., un correo electrónico de Musk genera roces internos

Las respuestas de varios jefes de departamentos federales dejaron claro que se sentían ofendidos por la idea de que "un extraño" intentara apoderarse de sus decisiones sobre personal.

Elon Musk.
Elon Musk.
Foto: AFP

EFE, The New York Times
Con un correo electrónico, un sábado a las nueve de la noche o en medio de un puente, miles de empleados federales del gobierno de Estados Unidos se enteraron de que habían sido despedidos como parte del proyecto del presidente, Donald Trump, y su aliado Elon Musk para recortar el gasto público. A esto se sumó la presión para que los empleados federales respondieran un email con el asunto "¿Qué hiciste la semana pasada?", un movimiento que algunas agencias, como el FBI, consideraron hostil.

Aún en campaña, Trump anunció que de ser presidente encargaría al consejero delegado de Tesla y SpaceX y dueño de X que "desmantelara la burocracia gubernamental, recortara las regulaciones excesivas y los gastos innecesarios y reestructurara las agencias federales".

Y no han perdido el tiempo, porque desde que Trump regresó a la Casa Blanca el 20 de enero y Musk tomó las riendas del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), como llamó a la agencia que creó para su misión, el desempleo en Washington, donde se encuentran las agencias federales, se ha disparado a causa de estos ceses.

En este periodo, cerca de 4.000 personas han solicitado ayudas por desempleo en la capital estadounidense, según los datos más recientes del Departamento de Trabajo. Esta cifra, además, ha ido en aumento, duplicándose por semanas: de las 768 solicitudes registradas en la semana de la toma de posesión a las 1.695 de la del 15 de febrero.

"Me enteré por correo. Oí rumores de que se estaban enviando correos electrónicos de despido, y como tenía la computadora, me conecté y lo vi. Llamé a mis supervisores y me dijeron que no sabían que esto iba a pasar. Estamos todos en shock", explicó a EFE una trabajadora de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que prefirió no desvelar su nombre.

Según le dijeron, se encuentra de "baja administrativa hasta el 14 de marzo", aunque dice que le han pedido que devuelva "todo el equipo" y le han bloqueado el acceso a los sistemas.

Como ella, miles de trabajadores han visto rescindidos sus contratos de un día para otro sin tener tiempo para recoger sus pertenencias, cerrar proyectos y recibir "demasiadas explicaciones": "A todos nos llegó exactamente la misma carta", detalló otra trabajadora federal, también despedida.

Ella, que también quiso proteger su identidad, llevaba nueve meses trabajando en una agencia del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos. En su despido alegaron "problemas de rendimiento", cuando, según dijo, había recibido "buenas calificaciones" por parte de sus supervisores.

La mayoría de las personas despedidas se encontraban aún en el periodo de prueba, un proceso por el que pasan todos los trabajadores cuando ingresan en el servicio público, como cuenta Gabriel Hopkins, trabajador de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor y miembro del sindicato de esa agencia.

"Hay un tiempo, entre uno y dos años, en el que se está a prueba, y si al final de ese periodo tu rendimiento no es suficiente puedes ser despedido. Pero en este caso se trata de personas que estaban en medio de este periodo y cuyo rendimiento estaba siendo excelente", denunció.

Hopkins, que no ha sido despedido, aunque siente que su puesto "está amenazado", tampoco trabaja, ya que su director en funciones le ordenó no hacerlo hasta nueva orden. "En mi agencia nos han dicho a casi todos que no trabajemos más. Si esto supuestamente se trata de eficiencia gubernamental y de gastar el dinero público correctamente, ahora mismo estamos cobrando por no hacer nada", señaló.

Conseguir un empleo público se ha considerado durante mucho tiempo como un camino hacia la seguridad laboral, la estabilidad económica y la movilidad ascendente. A partir de marzo de 2024, aproximadamente la mitad de los trabajadores federales ganaban entre $50.000 y $109.999, según el Pew Research Center, que se basa en datos de la Oficina de Gestión de Personal. En el cuarto trimestre de 2024, las ganancias semanales promedio de los trabajadores asalariados a tiempo completo en Estados Unidos fueron de $1.192, según la Oficina de Estadísticas Laborales.

Muchos sindicatos de las diferentes agencias, así como otros colectivos, ya han interpuesto demandas contra la Administración de Trump alegando que sus despidos son ilegales por cómo se han procesado e instando a que vuelvan a admitir a todos los trabajadores.

"Están despidiendo a funcionarios que son quienes protegen lo público. La ciencia aporta beneficios a la gente, mejora la salud, la economía, la innovación... Esto es lo que hace grande a EE.UU.", reivindicó la extrabajadora de la FDA en alusión al lema de Trump.

Mientras, la oleada de recortes y presión continúa. Musk pidió el fin de semana a empleados federales de distintas agencias resumir sus tareas en la última semana o arriesgarse a ser despedidos. La falta de respuesta a ese correo electrónico, según advirtió, será considerada como una renuncia.

El correo electrónico de la discordia: "¿Qué hiciste en la semana?"

A los empleados federales de distintas agencias del gobierno se les pidió resumir sus labores en la última semana o arriesgarse a ser despedidos. El plazo venció anoche, pero Musk dio una prórroga. Ayer, el magnate ofreció otra oportunidad en un mensaje de X.

“Sujeto a la discreción del Presidente, se les dará otra oportunidad”, escribió Musk en X, aparentemente refiriéndose a los empleados federales que no respondieron a su correo electrónico antes de la fecha límite original del lunes a la medianoche. “Si no responde una segunda vez, se le despedirá”.

“La solicitud por correo electrónico fue completamente trivial, ya que el estándar para aprobar la prueba era escribir algunas palabras y presionar enviar”. dijo en otro post. “Sin embargo, muchos fracasaron incluso en esa prueba absurda, apremiados en algunos casos por sus directivos. ¿Alguna vez has sido testigo de tanta INCOMPETENCIA y DESPRECIO por cómo se gastan TUS IMPUESTOS?", apuntó.

En un correo electrónico, marcado como asunto “¿Qué hiciste la semana pasada?”, instruye a los empleados a resumir en “cinco puntos” el trabajo en los últimos días.

También el lunes, la Oficina de Gestión de Personal envió un nuevo memorando reiterando la solicitud y la fecha límite, aunque permitiendo a los jefes de agencia “excluir al personal de esta expectativa a su discreción”.

Hasta este fin de semana, los funcionarios más importantes de Trump habían apoyado uniformemente el pedido de Musk de un gobierno más pequeño y eficiente, libre de lo que los republicanos llaman la ideología “woke”.

Pero la respuesta al correo electrónico del fin de semana sugiere que, de hecho, puede haber límites a hasta dónde Musk, actuando en nombre de Trump como líder del recién creado DOGE, puede impulsar la burocracia.

En los niveles ejecutivos de las agencias federales, el correo electrónico de Musk desató preocupaciones sobre territorio y seguridad. El mensaje fracturó el gabinete de Trump: los líderes de algunos departamentos ordenaron a sus empleados cumplir y otros ordenaron a los trabajadores ignorar la amenaza.

Los jefes de personal y de estado mayor de las agencias de inteligencia y seguridad nacional pasaron el sábado y el domingo intentando desarrollar una respuesta coordinada, según un alto funcionario estadounidense familiarizado con las discusiones. El resultado de ese esfuerzo comenzó cuando Kash Patel, el nuevo director del FBI nombrado por Trump, les dijo a los empleados de la agencia que "pausaran cualquier respuesta" a la directiva de Musk.

FBI
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El funcionario, que pidió no ser identificado para discutir deliberaciones internas, dijo que había cierta preocupación de que Musk pudiera arremeter en su contra durante el fin de semana en su plataforma de redes sociales. El funcionario dijo que la actividad del fin de semana aumentó el enojo entre los secretarios del gabinete y los jefes de agencias hacia Musk por interferir con sus departamentos.

Las respuestas de varios jefes de departamento dejaron claro que se sentían ofendidos por la idea de que "un extraño" intentara apoderarse de sus decisiones sobre personal. Otras respuestas indicaron que los jefes de agencias estaban preocupados de que los empleados pudieran revelar información secreta o incluso clasificada en sus respuestas a Musk.

En la CIA, los altos funcionarios no emitieron una declaración pública, pero a algunas personas de la agencia se les ordenó discretamente no responder al correo electrónico de Musk con la esperanza de que el problema desapareciera, según una persona familiarizada con la decisión.

Los funcionarios de la Casa Blanca negaron que hubiera habido algún impacto en la autoridad de Musk, o incluso cualquier disensión entre los miembros del presidente.

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