Nate Cohn / The New York Times
Después de un verano de agitación política, las encuestas finalmente están mostrando lo que los analistas esperaban desde el principio: un empate.

Según los promedios de las encuestas del New York Times, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump están enfrascados en una contienda extremadamente reñida de cara a su primer debate el martes. Ninguno de los candidatos tiene una clara ventaja en los estados en disputa con más probabilidades de decidir el Colegio Electoral.

En la era polarizada de hoy, es difícil sorprenderse por las encuestas que muestran una carrera reñida. Pero las encuestas de hoy no son simplemente reñidas. En la era de las encuestas modernas, nunca ha habido una elección en la que las encuestas finales mostraran una carrera tan reñida como lo es hoy, ni en 2000, 2004 o 2012, y mucho menos en 2016 o 2020.

Desde ahora y hasta el día de las elecciones, comenzaremos nuestros lunes por la mañana con una mirada más amplia al estado de la contienda. Aquí está la situación a ocho semanas de que se celebren las elecciones.

Las encuestas nacionales muestran a Harris con una modesta ventaja de 2 puntos sobre Trump, 49% a 47%.

Pero, como pueden atestiguar Al Gore y Hillary Clinton, la presidencia no se decide por el voto popular nacional, sino por el Colegio Electoral, y la contienda en los estados clave está mucho más reñida.

Las encuestas muestran que Harris y Trump están a dos puntos de diferencia en los siete estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada. Para ganar, Trump o Harris tendrán que ganar al menos en tres de los siete estados, y ninguno de los candidatos puede reivindicar una ventaja significativa en tantos estados.

Si se entrecierra el ojo, Harris podría tener una ligera ventaja. Lleva una ventaja de unos pocos puntos en Michigan y Wisconsin, dos estados que la pondrían a las puertas de ganar la presidencia. A partir de ahí, podría llegar a la cima ganando Pensilvania o ganando una combinación de otros estados en disputa, donde la carrera está esencialmente igualada.

¿Qué pasa si las encuestas están equivocadas?

Las encuestas pueden ser la mejor manera de medir las actitudes de un país diverso, pero aún son profundamente imperfectas. Las encuestas han fallado en el pasado y fallarán nuevamente, tal vez incluso en ocho semanas.

Y con las encuestas mostrando una carrera tan reñida en tantos estados clave, sólo se necesitaría un pequeño, típico y ordinario error de encuesta para poner a un candidato claramente por delante.

Para ilustrarlo, imaginemos qué sucedería si las encuestas de este año tuvieran exactamente los mismos errores que en 2020 o 2022.

Foto: AFP

Harris o Trump podrían obtener una victoria bastante decisiva si las encuestas resultan estar erradas exactamente como lo estuvieron hace dos o cuatro años.

No hay necesariamente ninguna razón para esperar que esto suceda, para ser claros. Es simplemente para ilustrar la cantidad de incertidumbre. Aunque las encuestas pueden estar reñidas, sería bastante fácil para cualquiera de los candidatos proclamarse vencedor decisivamente con más de 300 votos electorales.

A continuación se presentan algunas formas sencillas de ver cómo los resultados actuales de las encuestas (y los posibles errores en las mismas) podrían trasladarse al Colegio Electoral:

No hace falta decir que las encuestas han cambiado mucho desde mediados de julio, cuando el presidente Joe Biden estaba muy por detrás de Trump. Desde entonces, Harris ha ganado alrededor de 6 o 7 puntos en la mayoría de los estados en disputa y en todo el país, según nuestro promedio de encuestas.

Pero a pesar de la buena acogida que ha tenido la Convención Nacional Demócrata, no ha habido necesariamente ningún movimiento adicional a favor de Harris en las últimas semanas. En todo caso, hay algunos indicios de que ha retrocedido un poco desde la convención, incluida la encuesta más reciente de Times/Siena College publicada el domingo, que indica que Trump lleva una ligera ventaja.

Si las cifras de Harris han disminuido un poco, la explicación podría ser sencilla. Después de múltiples oleadas de cobertura mediática positiva tras la salida de Biden de la carrera, es posible que haya estado en un estado de euforia política, que estaba destinado a volver a la normalidad en algún momento.

Foto: Edward M. Pio Roda/EFE.

Por supuesto, todavía hay tiempo para que la carrera cambie, empezando por el debate del martes por la noche.

Históricamente, el candidato que generalmente se considera ganador del primer debate presidencial puede avanzar en las encuestas en los días posteriores. En los últimos dos ciclos, Biden y Clinton lograron cada uno una importante ventaja nacional después de ser vistos como el ganador por consenso contra Trump, aunque en esos casos particulares su ventaja se desvaneció junto con la cobertura de los debates. A principios de este año, fue Trump quien logró una gran ventaja sobre Biden, lo que llevó a su salida de la carrera.

¿Cuándo sabremos si el debate tuvo algún efecto? Tan pronto como termine el debate, algunos encuestadores intentarán realizar las llamadas encuestas flash para averiguar quién "ganó". Estas encuestas no necesariamente reflejan al electorado en general (no todo el mundo verá el debate), pero de todos modos darán forma a la cobertura mediática en los días siguientes. Poco después, las encuestas de panelistas en línea medirán al electorado en general, pero las encuestas de este tipo tienden a mostrar menos movimiento que otras, ya que a menudo incluyen a muchos votantes muy comprometidos que disfrutan respondiendo encuestas.

La primera ronda de encuestas de mayor calidad debería comenzar a dar a conocer sus resultados el fin de semana. Les contaremos lo que muestran la próxima semana.