El Tiempo/GDA
La marca Salt Life, conocida por su ropa y accesorios inspirados en la vida marina y el estilo de vida costero, podría cerrar varias de sus tiendas en Florida próximamente, según anunció Delta Apparel, su compañía matriz.

Delta Apparel presentó una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11, según un informe de News Channel 8. Esta medida busca reestructurar sus finanzas y operaciones para hacer frente a sus dificultades económicas. En total, podrían cerrarse hasta cinco tiendas en Florida, incluyendo dos ubicaciones clave en el área de Tampa Bay.

Las dos tiendas en Tampa Bay que podrían verse afectadas están ubicadas en International Plaza y en el centro comercial Tampa Premium Outlets, tal como detalló ABC Action News. Estos cierres no solo afectarían a los clientes que frecuentan estas tiendas, sino también a los empleados locales que podrían perder sus trabajos.

La presentación permite a Delta Apparel continuar operando mientras trabaja en su plan de reestructuración financiera. Según Jax Daily Record, el objetivo de esta medida es encontrar un comprador para las tiendas de Salt Life y asegurar su futuro a largo plazo. Este proceso podría incluir la venta de activos y la renegociación de contratos con proveedores y acreedores.

Los seguidores de Salt Life en Florida han expresado su preocupación y tristeza ante la posibilidad de perder sus tiendas favoritas. La marca, que cultivó una imagen fuerte y una base de clientes leales a lo largo de los años, se enfrenta ahora al desafío de mantener su presencia en el mercado y continuar ofreciendo sus productos a los amantes de la vida marina.

La situación actual de Delta Apparel y sus tiendas Salt Life en Florida sigue siendo incierta. Mientras la empresa trabaja en su reestructuración financiera, los clientes y empleados esperan con ansiedad más noticias sobre el futuro de estas tiendas icónicas.

El último reporte financiero de Delta reveló resultados preocupantes. Tal como detalló este último medio citado, en el semestre concluido el 31 de marzo, la empresa registró una pérdida neta ajustada de US$ 24.200.000, mientras que sus ingresos se redujeron un 27%, alcanzando US$ 158.900.000. La marca Salt Life también sufrió un descenso del 12% en sus ventas, totalizando US$ 25.900.000.

Documentos legales indican que la empresa enfrentó una combinación de factores adversos, incluyendo una disminución en la demanda y problemas para adquirir materias primas. Esto resultó en una crisis de liquidez que la junta directiva no logró resolver, a pesar de sus esfuerzos.

Foto: Facebook / Salt Life

La situación financiera de Delta continuó empeorando después del segundo trimestre. La compañía no pudo obtener capital adicional para mantener sus operaciones, lo que la llevó a considerar las opciones bajo el Capítulo 11 de bancarrota.

El objetivo principal de Delta en este proceso es maximizar el valor de sus activos mediante la venta del negocio como una entidad operativa. Esto busca preservar el valor para acreedores, empleados y otras partes interesadas. Se ha programado una subasta para la marca Salt Life el 20 de agosto, en caso de que surjan otros potenciales compradores.