Redacción El País
El Congreso de Estados Unidos aprobó anoche la apertura formal de una investigación sobre una eventual destitución del presidente Joe Biden por los negocios de su hijo en el extranjero, una iniciativa que el mandatario calificó de “artimaña política infundada”.
Este procedimiento no tiene prácticamente posibilidades de éxito, pero es un estorbo para la Casa Blanca antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, en las que Biden busca ser reelegido.
Los republicanos, que tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, acusan Biden de haber utilizado su influencia cuando era vicepresidente de Barack Obama para permitir a su hijo Hunter realizar negocios en China y Ucrania. “Joe Biden mintió repetidamente al pueblo estadounidense”, acusó el jefe del comité de investigación de la Cámara de Representantes, James Comer.
El presidente, su hijo y el Partido Demócrata en general niegan las acusaciones.
“En vez de hacer su trabajo (...) deciden perder el tiempo con esta artimaña política infundada que incluso los republicanos en el Congreso reconocen que no está respaldada por hechos”, reaccionó Biden en un comunicado minutos después de la votación.
Antes, su hijo Hunter dio una inusual rueda de prensa en la que defendió a su progenitor. “Permítanme decirlo lo más claramente posible: mi padre no participó financieramente en mis negocios”, aseguró Hunter, que se ha convertido en el blanco predilecto de los conservadores.
Hunter reconoció “haber cometido errores” en su vida, pero acusó a “los trumpistas”, es decir a los partidarios del expresidente republicano Donald Trump, de intentar “deshumanizarlo” para “perjudicar” a su padre.
Por eso se negó a acudir a una sesión a puerta cerrada organizada por los republicanos, que querían que compareciera ante el Congreso.
Hace unos meses ya se abrió una investigación similar contra Biden. Se hizo a petición de congresistas allegados a Trump.
A finales de septiembre se celebró una primera audiencia parlamentaria durante la cual los expertos coincidieron en que actualmente nada justifica una acusación contra el presidente Biden.
“No hay ninguna prueba de que el presidente Biden haya cometido ningún acto reprensible”, añadió ayer miércoles el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries. (AFP)