¿Inmunidad por asesinato y golpes de Estado? Estas son las claves del fallo que protege a Trump

El Tribunal Supremo de EE.UU. dictaminó por primera vez que los expresidentes tienen amplia inmunidad judicial. Las juezas que votaron en contra aseguran que la medida abarcaría delitos graves.

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Donald Trump.
“Gran victoria para nuestra constitución y democracia", celebró el expresidente tras el fallo.
Foto: EFE

Redacción El País
La campaña electoral en Estados Unidos dio un giro este lunes cuando el Tribunal Supremo concedió una inmunidad parcial al expresidente Donald Trump por el intento de revertir las elecciones que desembocó en el asalto al Capitolio. Este nuevo fallo retrasa el juicio federal que hay en su contra en Washington, ya que rechaza la decisión de un tribunal de apelaciones que dictaminó en febrero que Trump no gozaba de inmunidad por los presuntos delitos de 2020.

Esto le da al candidato republicano lo que su defensa tanto reclamaba y lo que el aspirante por segunda vez a la Presidencia más necesitaba para seguir en carrera hacia la Casa Blanca: tiempo.

Por este caso, Trump está formalmente acusado de 4 delitos federales: conspiración para defraudar al Gobierno estadounidense, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción o intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para violar derechos civiles. No obstante, la Corte Suprema dio otra alegría a Trump la semana pasada: los jueces sentenciaron que el delito de obstrucción a un procedimiento oficial no es aplicable en el caso del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

¿Qué implica la inmunidad de Trump?

La Corte Suprema determinó que sus actos "oficiales" como mandatario están protegidos por la inmunidad, pero no los "no oficiales". Ahora, una jueza deberá determinar qué actos fueron oficiales y cuáles no.

"El tribunal no hace mucho para distinguir qué acciones encajan o no en cada categoría. Remite esto a los tribunales inferiores para que determinen de forma más precisa qué actos fueron oficiales y cuáles no", explica a EFE Mark Smith, decano de la Facultad de Humanidades en la Universidad Cedaverville.

En concreto, esto fue lo que dijo el presidente del Corte Suprema de EE.UU., John Roberts, en el escrito donde fundamenta la decisión de la mayoría de los jueces:

“Llegamos a la conclusión de que, en virtud de nuestra estructura constitucional de poderes separados, la naturaleza del poder presidencial exige que un expresidente goce de cierta inmunidad penal por actos oficiales cometidos durante su mandato. Al menos con respecto al ejercicio por parte del presidente de sus principales poderes constitucionales, esta inmunidad debe ser absoluta. En cuanto al resto de sus actos oficiales, también tiene derecho a la inmunidad. En la fase actual del procedimiento en este caso, sin embargo, no necesitamos y no decidimos si esa inmunidad debe ser absoluta, o en cambio si una presunta inmunidad es suficiente”.

Incidente en el Capitolio. Foto: AFP.
Asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Foto: AFP

La Corte Suprema dio un paso inicial al definir la inmunidad, pero todavía resta esperar un trámite. El tribunal devolvió el asunto a la jueza de primera instancia, Tanya Chutkan, quien ahora debe decidir si se debe celebrar una versión en “miniatura” de un juicio para decidir qué acusaciones constituyen actos oficiales y, por lo tanto, podrían ser inmunes al procesamiento de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema del lunes.

En suma, el fallo implica que el juicio sobre la interferencia electoral casi con certeza se retrasará hasta después de las elecciones del 5 de noviembre y, si Trump gana, es casi seguro que el Departamento de Justicia desestimará el caso, según personas cercanas a Trump, consignó The New York Times. Por ahora, el camino parece despejado para el expresidente.

Decidir qué acciones pueden considerarse oficiales o no "puede tardar mucho tiempo", explica Smith. "Y en cuanto el tribunal inferior tome una decisión y decida por ejemplo que puede ser procesado, él lo apelará y eso podría volver al Supremo", agrega. Todo este proceso puede tomar meses.

Vale recordar que, de ser declarado culpable en este caso, Trump no podría ejercer la Presidencia. La Sección 3 de la 14ª Enmienda a la Constitución de EE.UU. establece que las personas que "participen en insurrección o rebelión" después de prestar juramento a la Constitución quedan inhabilitadas para ocupar "cualquier cargo, civil o militar, en Estados Unidos". Por eso, la euforia de Trump.

No sucede lo mismo con los otros juicios que ha enfrentado. La culpabilidad en los casos de la actriz porno Stormy Daniels y de la escritora E. Jean Carroll no impiden que el magnate sea presidente.

El camino hacia la inmunidad

En la primera instancia, en diciembre del año pasado, la jueza Chutkan dictó una resolución en la que dijo que ser presidente “no confiere un salvoconducto de por vida para salir de la cárcel”. El equipo de abogados de Trump apeló, pero no tuvo suerte.

El Tribunal de Apelaciones rechazó la inmunidad con el voto unánime de las tres juezas. “A efectos de este caso penal, el expresidente Trump se ha convertido en el ciudadano Trump, con todas las defensas de cualquier otro acusado penal. Pero cualquier inmunidad ejecutiva que pudiera haberle protegido mientras ejercía como presidente ya no le protege contra esta acusación”, alegaron las magistradas en febrero.

Donald Trump
Donald Trump en el banquillo por ocultar pagos de dinero por el silencio de Stormy Daniels, en el Tribunal Penal de Manhattan.
Foto: AFP.

La opinión de las juezas disidentes

El fallo de inmunidad de este lunes tuvo el aval de seis jueces —los más conservadores— contra tres de corte progresista. El principal voto discordante fue redactado por la jueza Sonia Sotomayor y secundado por Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson.

“El presidente de Estados Unidos es la persona más poderosa del país, y posiblemente del mundo. Cuando utiliza sus poderes oficiales de cualquier manera, según el razonamiento de la mayoría, ahora estará protegido de la persecución penal”, indica la nota.

“¿Ordena al Equipo Seal 6 (las fuerzas especiales) de la Marina asesinar a un rival político? Inmune. ¿Organiza un golpe militar para aferrarse al poder? Inmune. ¿Acepta un soborno a cambio de un indulto? Inmune. Inmune, inmune, inmune. Dejemos que el presidente viole la ley, dejémosle explotar las trampas de su cargo para beneficio personal, dejémosle usar su poder oficial para fines malvados. Porque si supiera que algún día puede enfrentarse a la responsabilidad por violar la ley, no sería tan audaz y valiente como nos gustaría que fuera. Este es el mensaje de la mayoría hoy”, señalaban las juezas en su voto particular del lunes.

Hasta ahora, ningún presidente o expresidente estadounidense había sido imputado, por lo que es la primera vez que el Supremo ha debido pronunciarse al respecto. Ningún otro presidente ha necesitado apelar a esa inmunidad.

¿Un salvavidas para Biden?

Después del pobre desempeño del presidente en el debate, su campaña optó por una estrategia que ha llevado a cabo apenas se conoció el fallo sobre inmunidad: poner el foco en la "amenaza" que Trump supone para la democracia estadounidense.

Biden compareció este lunes ante la prensa en la Casa Blanca para dejar claro que la decisión sienta un "peligroso precedente" y consideró que, ahora, recae en el pueblo estadounidense "emitir un juicio" sobre el comportamiento de Trump, en alusión a las elecciones.

Al término de su comparecencia, que realizó leyendo de un teleprompter y duró unos cinco minutos, el presidente no respondió a las preguntas que los periodistas le hicieron a gritos sobre el debate y sobre las críticas que han surgido dentro de su propio partido. (Con información de EFE, AFP y El País de Madrid)

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