EFE, AFP
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se hizo ayer martes con el apoyo de suficientes delegados para garantizar su nominación en el Partido Demócrata como candidata a las elecciones presidenciales de noviembre, según el congresista de California Robert Garcia.

“California acaba de votar unánimemente para nominar a Kamala Harris para presidenta. ¡Nuestros delegados han puesto a la vicepresidenta por encima del número requerido que necesita para ser nuestra nominada para la convención!”, escribió Garcia en X.

Para ganar la nominación en la primera vuelta de la votación, un candidato necesita el apoyo de al menos 1.976 delegados de un total de 4.000. Cuenta además con el apoyo de las bases, que le han dado más de 100 millones de dólares para la campaña en apenas dos días.

Poco después de conocerse la noticia, Harris, a través de su campaña por la Presidencia, aseguró: “Estoy orgullosa de haber obtenido el amplio apoyo necesario para convertirme en la nominada de nuestro partido y, como hija de California, estoy orgullosa de que la delegación de mi estado natal ayudó”.

Harris añadió que espera aceptar la nominación formalmente “pronto”, algo que podría ocurrir de manera remota el 7 de agosto, antes de que el 19 comience la Convención Nacional del Partido Demócrata, que escenifica el cierre del proceso de primarias.

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Así, secundada por un masivo apoyo, Harris prometió ganarle al expresidente Donald Trump, a quien comparó con “depredadores” y “estafadores” en un discurso del lunes tras la “montaña rusa” que supuso el retiro de Joe Biden de la carrera por la Casa Blanca. La vicepresidenta inyectó optimismo al equipo de campaña en Delaware, donde el presidente se recupera de covid-19.

Lo mismo hizo ayer en Wisconsin. “¿Queremos vivir en un país de libertad, compasión y estado de derecho o en un país de caos, miedo y odio?”, preguntó Harris en un mitin en ese estado clave para derrotar a Trump, quien la considera una rival “más fácil” que Joe Biden.

“El camino hacia la Casa Blanca pasa por Wisconsin”, uno de los cinco o seis estados que decidirán la suerte de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, dijo la vicepresidenta estadounidense en Milwaukee, la ciudad donde Trump fue coronado como candidato la semana pasada.

El expresidente, que resultó herido el 13 de julio en un intento de asesinato, lideraba la carrera en Wisconsin frente a Biden, pero aún es demasiado pronto para saber si mantendrá su ventaja respecto a Harris en las encuestas.

La exsenadora por California estaba exultante ayer. La suerte le sonríe desde que Biden renunció a la campaña por la reelección. Es “una campaña impulsada por el pueblo” mientras que Trump “depende del apoyo de millonarios y grandes corporaciones” a los que hace promesas “a cambio de contribuciones”, acusó Harris.

La primera mujer vicepresidenta de la historia de Estados Unidos dice que luchará por una clase media “fuerte” y por el derecho al aborto.

Harris, quien es afroestadounidense y de ascendencia surasiática, además de la única mujer vicepresidenta en la historia de Estados Unidos, se deshizo en elogios a su presidente el lunes, durante su primer acto tras el abandono de Biden. “Ella es la mejor”, le correspondió el presidente octogenario, con la voz aún ronca por culpa del coronavirus, durante una llamada en directo justo antes del discurso de Harris.

Los demócratas parecen haber dejado atrás la crisis interna sobre la capacidad física y mental de Biden para un segundo mandato y miran hacia el futuro cuando faltan poco más de tres meses para los comicios.

Ayer, los líderes demócratas en el Senado y la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries respectivamente, anunciaron su apoyo a la candidatura de Kamala Harris tras dos días de ambivalencias. “Ahora que el proceso se ha desarrollado desde la base, de abajo hacia arriba, estamos aquí hoy para dar nuestro apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris”, afirmó ayer Chuck Schumer, en rueda de prensa conjunta con Jeffries.

Es posible que los demócratas no se esperen hasta la cumbre partidista. Antes de la renuncia de Biden estaba previsto nombrar al aspirante mediante un sistema de votación virtual durante la primera semana de agosto y el partido no ha anunciado un cambio de planes.

Harris, la gran favorita, ha sido respaldada no solo por Biden, sino también por el expresidente Bill Clinton y su esposa Hillary, exsecretaria de Estado, y sobre todo por la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi. El único que aún no se ha pronunciado es el expresidente Barack Obama.

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El dios de la verdad y de la justicia está del lado de Kamala Harris, afirman sacerdotes hindúes de un pueblo del sur de India, donde vivió el abuelo materno de la vicepresidenta estadounidense y que rezan para que gane las presidenciales de noviembre.

Una única y estrecha carretera con cocoteros conduce a Thulasendrapuram, un pueblo rodeado de arrozales situado en el estado meridional de Tamil Nadu. En esta localidad vivió el abuelo materno de Harris.

Un enorme retrato de la vicepresidenta se alza a la entrada del pueblo, cerca de su principal templo. Las oraciones comunitarias empezaron en esta extensa estructura al día siguiente de que Joe Biden anunciara apoyar a la vicepresidenta para las próximas elecciones. Y deberán continuar hasta el día de la votación.

Ayer, unas horas después del amanecer, el sacerdote principal, M. Natrajan, rindió homenaje a Dharmasastha, el dios hindú de la justicia y la verdad, a quien está dedicado el milenario templo, con dulces y arroz con leche.

“Rezamos por ella y se volvió vicepresidenta” en las últimas elecciones de 2022, afirma el religioso a AFP, vestido con un sarong.

“Con la bendición de nuestra divinidad todo poderosa, confiamos en el hecho de que será también presidenta”, añade el hombre, de 61 años. Otra enorme imagen de Harris se alza a las puertas del templo, adornada con intrincados motivos, y al que llegan decenas de habitantes. “Habrá más oraciones a medida que se acerquen las elecciones”, explica Natrajan, que también es veterinario en la clínica vecina. El nombre de la vicepresidenta estadounidense figura en la lista de donantes expuesta en un muro del templo. Pero Harris no visitó el pueblo desde que fue elegida en el cargo.

“Esta vez, si vuelve a ganar, las celebraciones serán más grandes que cualquier cosa que el pueblo haya visto”, predice el cura. “Cuando sea presidenta, tendrá que visitarnos”. Las ofrendas fueron “donadas por la gente del pueblo”, declaró J Sudhakar, de 50 años, un influyente dirigente local. “Es un esfuerzo colectivo de todos en el pueblo por uno de los nuestros”, señala. El abuelo materno de Harris, PV Gopalan, salió del pueblo hace décadas. Pero los habitantes aseguran que la familia ha mantenido estrechos vínculos con la localidad y que suelen hacer donaciones para el templo.

Kamala Harris, de 59 años, nació en California, pero acompañó varias veces a su madre, la especialista del cáncer de mama Shyamala Gopalan, a la India. También suele hablar de la influencia de su abuelo materno.

Foto: X.com/JoeBiden