Redacción El País
Constance Glantz, una mujer de 74 años de la localidad de Lincoln, Nebraska (Estados Unidos), fue declarada muerta en el asilo para ancianos en el que vivía, pero dos horas después se percataron de que aún estaba viva.

El sheriff del condado de Lancaster, Ben Houchin, ofreció una rueda de prensa este lunes para contar lo sucedido y confesó que, en 31 años de carrera, nunca había atendido un caso similar.

En la mañana del lunes, los trabajadores de la residencia en la que estaba alojada Glantz notificaron que esta había dado su último soplo de vida. La mujer llevaba semanas en cuidados paliativos, por lo que en vez de cumplir con el protocolo de llamar a un médico forense directamente llevaron a la mujer a la funeraria.

Fue sobre la mesa funeraria, donde comenzaron a preparar el cuerpo de la mujer para el entierro, que un funcionario notó que Glantz todavía respiraba.

"Inmediatamente llamaron al 9.1.1", apuntó el sheriff, resaltando que la mujer había sido dada por muerta a las 9:44 y esta llamada ingresó poco antes del mediodía, unas dos horas después del supuesto deceso.

Cuando el sheriff ofreció la rueda de prensa este lunes por la noche, la mujer se encontraba internada y todavía con vida. Este martes por la mañana, ofreció otra rueda para confirmar que "Contance Glantz finalmente falleció" en la madrugada.

La fiscalía ordenó que le sea realizada una autopsia para confirmar las causas de la muerte y los resultados estarán disponibles en un par de semanas.

El Departamento de Policía se comunicó con la familia y le transmitió sus condolencias.

La investigación seguirá adelante. Serán contactados tanto los trabajadores del asilo de ancianos, como quienes transportaron a la anciana, aún con vida, hasta la funeraria.