AFP
La inflación de marzo en Estados Unidos evidenció un nuevo repunte de precios y podría alejar definitivamente la perspectiva de un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, en la reunión que tendrá en junio.
El aumento de los precios al consumo de 3,5% en los 12 meses terminados a marzo, muy superior al 3,2% de la medición de febrero, de acuerdo al índice de precios al consumidor (IPC) publicado este miércoles 10 de abril por el Departamento de Trabajo, es una decepción para analistas e inversores.
En la comparación mensual, la inflación se ubicó en igual nivel que en febrero, 0,4%, pero el mercado se vio igualmente decepcionado, puesto que esperaba una ligera moderación a 0,3%, según el consenso reunido por MarketWatch.
También la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles, como energía y alimentos, deja un sinsabor a los especialistas: se mantuvo sin cambios en 12 meses, en 3,8%, cuando el mercado esperaba que continuara moderándose. Lo mismo ocurre con la medición mensual, que se ubicó en 0,4%.
Los mercados reaccionaron a la baja tras recibir estos datos, con los índices principales de Wall Street —el Dow Jones, el Nasdaq y el S&P 500— en claro descenso.
Muy esperada por los mercados, la rebaja de las tasas de interés supondría un alivio para muchas empresas dependientes del crédito para su desarrollo, tanto como para los consumidores. Precisamente, la Fed subió sus tipos de interés para encarecer los préstamos y desalentar así el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza.
Qué podría implicar la inflación de marzo para las tasas de interés
"Podemos decirle adiós a un recorte de tasas (de interés) en junio. (...) La falta de progresos hacia el 2% (que es la meta de inflación anual del banco central) es ahora la tendencia", resumió en una nota Greg McBride, analista financiero en jefe de Bankrate.
"No hay ninguna mejora. Vamos en mala dirección (...). Los principales puntos problemáticos persisten", enfatizó.
La inflación sigue presionada por los precios de la gasolina, de la vivienda y del transporte. En cambio, los precios de los alimentos, cuya evolución es particularmente sensible para los consumidores, se mantuvieron sin cambios por segundo mes consecutivo.
"Los últimos datos sostienen la hipótesis de un abordaje paciente en materia de política monetaria" por parte de la Reserva Federal, lo que se traduce en que un recorte de tasas no es "inminente", dijo de su lado Rubeela Farooqi, economista jefe de HFE.
Ahora, casi 77% de los analistas esperan que las tasas se mantengan en sus niveles actuales durante la reunión de la Fed en junio. La mayoría esperan un recorte en la reunión de mediados de setiembre, un mes y medio antes de las elecciones.
La evolución de los precios es un tema central de la campaña electoral que enfrenta al presidente, Joe Biden, y al aspirante republicano, el expresidente Donald Trump. Biden enfoca su campaña en el éxito de su política económica.
"La inflación bajó con respecto a su pico" de junio de 2022, "pero queda mucho por hacer para bajar los costos para las familias", reiteró como un mantra el mandatario este miércoles en un comunicado tras conocerse los datos de inflación de marzo. El presidente pidió a empresas, incluyendo supermercados, que utilicen sus "ganancias récord para bajar precios".
"La inflación está de vuelta", lanzó su contrincante en su red Truth Social, en palabras escritas con mayúsculas. "La Fed no podrá bajar las tasas de forma creíble porque quieren proteger al peor presidente de la historia de Estados Unidos", añadió Trump.
La Fed mantiene sus tasas en máximos en más de 20 años, en un rango estrecho de 5,25% a 5,50%.
El banco central y su presidente, Jerome Powell, han señalado que esperan poder comenzar con una flexibilización de su política monetaria este año. Pero en los últimos días, sus principales dirigentes han comenzado a matizar esta posibilidad ante la fortaleza de la economía.