La inmunidad de Trump se tambalea en el Supremo, pero el republicano gana tiempo de cara a las elecciones

La mayoría de los jueces pareció partidaria de blindar solo con inmunidad algunas actuaciones propias de las funciones oficiales de un presidente y no aquellas que tienen carácter personal.

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Donald Trump, precandidato del Partido Republicano.
Donald Trump, precandidato del Partido Republicano.
Foto: AFP

Redacción El País
La petición del expresidente de Estados Unidos Donald Trump para gozar de inmunidad judicial absoluta no pareció convencer a los jueces del Tribunal Supremo ayer, aunque al republicano le ha servido para retrasar su juicio por el asalto al Capitolio y ganar un tiempo. Los nueve magistrados, seis de ellos conservadores y otras tres progresistas, escucharon durante casi tres horas los argumentos de la defensa de Trump y de la Fiscalía a favor y en contra de la inmunidad, en una audiencia inédita dado que nunca antes un expresidente había sido imputado penalmente.

El Alto Tribunal debe decidir si Trump está protegido por haber sido presidente y, por tanto, si se debe anular el juicio pendiente en un tribunal federal de Washington sobre su presunto intento de revertir las elecciones que perdió en 2020 y por haber instigado el asalto al Capitolio. Tanto la jueza que lleva el caso como la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia desestimaron la petición de inmunidad, de modo que la defensa de Trump lo elevó al Supremo, que lo admitió a estudio en febrero. Aunque no consta en la Constitución, los presidentes de Estados Unidos han gozado históricamente de inmunidad frente a procesos judiciales relacionados con el desempeño de sus funciones. En muchas de las preguntas dirigidas al abogado de Trump, John Sauer, y al fiscal Michael Dreeben, los jueces del Supremo se mostraron escépticos a dotar a Trump de una inmunidad plena. La mayoría pareció partidaria de blindar solo con inmunidad algunas actuaciones propias de las funciones oficiales de un presidente y no aquellas que tienen carácter personal.

Interrogado por los jueces, el abogado de Trump llegó a defender que un presidente podría ordenar un golpe de Estado o un asesinato dentro del ejercicio de su cargo sin ser imputado. Uno de los momentos clave fue cuando la jueza conservadora Amy Coney Barrett, nombrada por el propio Trump, logró que Sauer admitiera que algunas de las acciones del republicano tuvieron un carácter “privado” y probablemente no estén protegidas por la inmunidad.

Donald Trump
Donald Trump
Foto: AFP

Algunos magistrados críticos con la Fiscalía se inclinaron por no resolver totalmente el asunto y por devolver el caso a tribunales inferiores para determinar qué actuaciones de Trump son objeto de inmunidad. De confirmarse, sería una victoria para el republicano dado que el litigio se alargaría muy probablemente hasta después de las elecciones del 5 de noviembre. [EFE]

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