Redacción El País
El Senado de Estados Unidos confirmó ayer sábado a Kristi Noem como secretaria de Seguridad Nacional en la nueva Administración del presidente Donald Trump, donde se encargará de la política migratoria.
La designación de Noem fue avalada con 59 votos a favor y 34 en contra, convirtiéndose en el cuarto miembro del gabinete de Trump confirmado por el Senado.
“Una de mis principales prioridades es cumplir con el mandato del presidente Trump, del pueblo estadounidense, de proteger nuestra frontera sur y arreglar nuestro defectuoso sistema de inmigración”, declaró Noem en un comunicado.
La nueva secretaria se desempeñaba como gobernadora republicana de Dakota del Sur y sonó como posible vicepresidenta de Trump, pero sus opciones se evaporaron tras confesar que había matado a tiros a un cachorro por considerarlo “imposible de adiestrar”. Kristi Noem sustituye a Alejandro Mayorkas al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), que se encarga de la seguridad pública, la seguridad fronteriza, la inmigración, la lucha contra el terrorismo y la gestión y prevención ante desastres.
Noem asume el cargo bajo la promesa de Trump de llevar a cabo la deportación de los millones de migrantes indocumentados que residen en Estados Unidos.
En sus primeros días en el cargo, el Gobierno de Trump ha firmado una serie de órdenes ejecutivas con el objetivo de acelerar el proceso de deportaciones, acabar con el acceso al asilo y militarizar la frontera con México.
Además de Noem, el Senado, de mayoría republicana, ha confirmado hasta ahora a Marco Rubio como secretario de Estado, a John Ratcliffe como director de la CIA y a Pete Hegseth como secretario de Defensa.
Deportación masiva
Un total de 265 guatemaltecos llegaron el pasado viernes a su país deportados desde Estados Unidos, en el inicio de la ofensiva contra la migración ilegal de la administración de Donald Trump, que anunció ayer sábado un acuerdo con México para estas expulsiones.
El gobierno mexicano no confirmó un pacto con Estados Unidos, pero anunció que estaba dispuesto a cooperar con su vecino para recibir a sus nacionales deportados.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, fue más lejos al señalar en la red social X que “ayer (jueves) México aceptó un récord de 4 vuelos de deportación en un día”. Trump prometió actuar contra la inmigración irregular durante su campaña y, tras asumir la presidencia de Estados Unidos el pasado lunes, declaró el estado de emergencia nacional en la frontera con México y firmó una salva de decretos migratorios.
Además, la secretaria de prensa de Trump aseguró que el gobierno mexicano “también ha movilizado” a 30.000 guardias nacionales hacia la frontera.