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Las nuevas restricciones migratorias que impuso el presidente Biden para "asegurar" la frontera con México

Cierran los asilos si pasan las 2.500 por días, cifra fácilmente alcanzable. Las medidas aprobadas por Joe Biden se dan en medio de una campaña electoral donde la migración ilegal es un tema central.

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Foto: EFE

AFP, EFE
El presidente estadounidense, Joe Biden, ordenó ayer martes nuevas restricciones a la entrada de migrantes con el fin de “asegurar” la frontera entre Estados Unidos y México, una medida drástica sobre un tema clave en las elecciones presidenciales de noviembre.

“He venido hoy aquí para hacer lo que los republicanos en el Congreso se niegan a hacer, tomar las medidas necesarias para asegurar nuestra frontera (...), arreglemos el problema y dejemos de pelearnos por él”, afirmó Biden en la Casa Blanca.

El presidente anunció más temprano el cierre temporal de la frontera con México cuando la cifra de entradas irregulares al país supere el umbral de 2.500 casos en un mismo día.

Biden, de 81 años, firmará un decreto que permitirá a las autoridades suspender la entrada de solicitantes de asilo y migrantes cuando se supere ese tope, informó la Casa Blanca. El texto también facilitará las deportaciones a México.

La Casa Blanca aseguró a través de su portavoz Andrew Bates que para el presidente “la seguridad de las familias estadounidenses debe ser siempre lo primero” y que la medida les impedirá recibir asilo a quienes cruzan la frontera sur ilegalmente.

Las autoridades señalaron que se espera que las restricciones entren en vigor de inmediato, pues los cruces de migrantes ilegales ya superan el umbral de los 2.500 por día.

El texto prevé que se reabra la frontera cuando la cantidad diaria de solicitantes de asilo sea inferior a 1.500 personas.

Esta reducción es complicada de alcanzar, ya que una cifra tan baja de detenciones no se ha reportado desde julio de 2020, en plena pandemia.

Biden trata de virar su política migratoria después de que los sondeos de opinión revelaran que este asunto tendrá mucho peso para conseguir la reelección en su revancha contra el expresidente republicano Donald Trump.

El equipo de campaña de Trump desestimó esta iniciativa al considerar que no está diseñada “para la seguridad fronteriza”, y repitió el mensaje del republicano que constantemente insiste en que los inmigrantes irregulares son responsables del aumento de los delitos violentos en Estados Unidos, acusación sin base en datos oficiales.

Trump pasó su mandato anunciando su intención de construir un muro en la frontera con México e intensificó su retórica antinmigración para regresar a la Casa Blanca.

“Millones de personas han ingresado en nuestro país, y ahora, después de casi cuatro años de su liderazgo débil y fallido, su liderazgo patético, el corrupto Joe Biden pretende finalmente hacer algo respecto a la frontera”, exclamó Trump, de 77 años, en un video publicado en su red Truth Social.

El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, aliado de Trump, rápidamente calificó la medida de Biden como de “escaparate”.

Sin embargo, la Casa Blanca ha resaltado que Biden intenta hacer frente a un sistema de inmigración “fallido desde hace décadas” y culpa a los republicanos en el Congreso por no cooperar y bloquear una partida de miles de millones de dólares para políticas fronterizas.

Para poder solicitar asilo en EE.UU. cuando la restricción esté en pie, una persona tiene que probar que existe una “probabilidad razonable” de que será perseguidas o torturada si es enviada de vuelta su país de origen. La orden, sin embargo, contempla excepciones y no aplica a los menores no acompañados, ni a las personas que pueden demostrar una emergencia médica grave, riesgo inminente a su vida o seguridad o que sean víctimas de tráfico humano.

Frontera México-EE.UU.
Frontera México-EE.UU.
Foto: AFP

Biden pretende desactivar los ataques republicanos y cortejar a los votantes indecisos preocupados por la situación migratoria. Pero su plan seguramente enojará a militantes del ala izquierda del Partido Demócrata y es casi seguro que será impugnado en la justicia por grupos de derechos civiles.

Más de 2,4 millones de migrantes cruzaron la frontera sur de Estados Unidos solamente en 2023. La mayor parte proviene de Centroamérica y Venezuela huyendo de la pobreza, la violencia y los desastres naturales intensificados por el cambio climático.

La cifra alcanzó un récord de 10.000 personas por día en diciembre, si bien este número ha caído en los últimos meses.

El gobierno de Biden ha tratado de frenar los cruces trabajando en coordinación con México y otros países para reducir los flujos migratorios mediante políticas económicas y aplicación de leyes más restrictivas, pero las encuestas revelan que para los votantes no ha hecho lo suficiente.

Biden habló el lunes con Claudia Sheinbaum, la primera mujer electa presidenta de México, para felicitarla por su contundente triunfo el domingo y prometerle una “asociación fuerte y colaborativa” en temas como la migración.

La orden de ayer de Biden se basa en la sección 212 (f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965. Trump invocó este artículo en varias ocasiones durante su mandato, incluyendo para prohibir la entrada de personas de países de mayoría musulmana.

acusaciones

Asesor de Trump: “invasión” y nuevo DACA

Stephen Miller, el ideólogo de la política migratoria de la Administración del expresidente Donald Trump, echó leña al fuego ayer martes al afirmar que la Casa Blanca auspicia “una invasión” de extranjeros y aseguró que los demócratas esconden “un nuevo DACA” (programa de permisos de trabajo para migrantes que llegaron al país de niños).

En una llamada con la prensa, el asesor republicano se despachó en contra de la orden ejecutiva firmada ayer por el presidente demócrata, Joe Biden, para limitar las solicitudes de asilo en la frontera, en lo que supone una de sus medidas migratorias más duras de su mandato. La orden, que entró en vigor ayer mismo, permite deportar a quienes no superen unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días. Las críticas de Miller apuntaron al hecho de que Biden aún permitirá el ingreso de solicitantes de asilo, y que la orden es temporal y no cubre a los niños migrantes.

Donald Trump
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Foto: AFP

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Nueva York: 200.000 inmigrantes en dos años

La ciudad de Nueva York ha recibido a unos 200.000 inmigrantes en los últimos dos años, a los que ha dado albergue y otros servicios, informó ayer martes el alcalde Eric Adams.

Adams destacó que Nueva York ha recibido inmigrantes “más que cualquier otra ciudad”, desde que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses con inmigrantes que acababan de cruzar la frontera, en protesta por la política migratoria del presidente demócrata Joe Biden.

De ese total, más de 65.000 aún están en el sistema de albergues públicos, estadía que la administración Adams tiene ahora limitada a 30 días para solteros y 60 para familias con niños.

Debido al flujo, que aún continúa -la semana pasada llegaron 1.200-, la ciudad se ha visto obligada a alquilar hoteles y levantar carpas gigantes para inmigrantes. La ciudad, que está obligada a dar albergue a quien lo solicite por una orden del tribunal, les provee además comida, servicios médicos, educación para los niños, y asistencia legal para solicitar asilo y permisos de trabajo.

Cuando comenzó el envío de inmigrantes en 2022 (fecha en la que también Adams llegó a la Alcaldía), había 45.000 neoyorquinos en los refugios. “Actualmente hay 120.000 personas alojadas (contando a las personas sin hogar más los inmigrantes). Esto triplica nuestro sistema de refugios en dos años, destacó por su parte la vicealcadesa Sheena Wright.

La vicealcaldesa para Salud y Servicios Humanos, Anne Williams-Isom, dijo que espera que con la orden ejecutiva que firmó ayer martes el presidente Joe Biden, el flujo a la ciudad refleje una merma.

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